La inauguración de esta exposición “Guatemala: Cuatro generaciones de la Plástica en el Siglo XX”, no solo nos reúne aquí para observar una rica muestra representativa de 31 importantes artistas Guatemaltecos, sino que nos congrega alrededor de un tema trascendental: la construcción de un mejor futuro para un país que ha vivido una larga, penosa e injusta historia de violencia. La paz ya no es una utopía para un pueblo pujante y una sociedad plena de oportunidades.

Con un variado programa de actividades se mostrará durante esta semana de Guatemala la proyección verdadera de un país rico en tradiciones y con una herencia cultural invaluable. Ella tiene como génesis la presencia de la cultura Maya y continua con tres siglos de Colonia en los que se realizaron importantes construcciones arquitectónicas y cuando los artesanos, que ya traían en las manos toda una experiencia artística, se convirtieron en expertos talladores en madera.

A partir del período de dominación española, los guatemaltecos recibieron obras de importancia y así, desde entonces, los artistas han tenido el privilegio de observar en sus iglesias cuadros como los de la serie del Apostolado de Francisco de Zurbarán. En su historia, siempre ha estado presente el buen sentido estético.

La expresión artística en el siglo XX tuvo un comienzo generoso y abierto con la presencia de un grupo de talentosos artistas quienes, como Carlos Mérida, demostraron la capacidad de una imaginación creadora amplia y universal. Estos asimilaron las influencias y preocupaciones, especialmente la de Jaime Sabartés, quien fue secretario de Pablo Picasso y llegó de Europa en 1904 empapado de las ideas de la vanguardia de ese tiempo.

Esta variada exposición de pintura, que recorre en términos generales desde la figuración hasta la abstraccción, pasando por el expresionismo, nos muestra la enorme capacidad de evolución de las artes y su posibilidad de generar nuevas e ingeniosas propuestas. Durante estos días estaremos impregnados de ideas, conferencias,y música que promueven la imágen de un país en paz, que se está desarrollando bajo el amparo del respeto mutuo y la tolerancia.

Guatemala es hoy para todos los americanos motivo de orgullo por el éxito de su sociedad en superar uno de los conflictos internos más antiguos y más sangrientos del hemisferio. Ejemplos alentadores como el de este país nos demuestran cómo, en estos últimos años, las Américas han vivido un intenso proceso de cambio. En todas las latitudes los países y los pueblos buscan romper las ataduras del pasado y volver ciertas sus expectativas respecto del futuro. La región ha dejado atrás la época del autoritarismo y se ha abocado a la construcción y consolidación de las instituciones democráticas.

Quiero finalmente expresar mi agradecimiento y reconocimiento al Embajador José Luis Chea, a su esposa Patricia y a todo el grupo de funcionarios de la Misión, por este importante esfuerzo por mostrar la diversidad cultural del pasado y del presente, así como el promisorio futuro de Guatemala. También quiero destacar el papel que la Fundación Paiz Para la Educación y La Cultura de Guatemala ha desempeñado para hacer realidad todo este evento.
Muchas gracias