Señor Presidente.
Durante las últimas dos jornadas me parece que ha venido surgiendo
un consenso y he identificado cuáles son las áreas de dicho
consenso a los temas interrelacionados del crecimiento económico,
de la equidad, del desarrollo social y de la gobernabilidad.
En primer lugar, existe un espíritu de optimismo y de esperanza en
torno a esta mesa con el reconocimiento de la grave realidad de la
ampliamente difundida pobreza que desgraciadamente ha venido
acrecentándose.
El planteamiento es el siguiente:
Desde cuándo es que este optimismo se suscitó incluso ante la
grave realidad de este amplio incremento de la pobreza.
Me parece que no debemos de ceder o de sentirnos inermes y de
definir situaciones difíciles como crisis porque lo que hemos estado
promoviendo aquí son soluciones a los problemas y que las crisis tan
sólo se presentan si no se conoce la extensión del problema y no se
conoce un posible camino de salida.
En segundo lugar, me parece que sin un enfoque ideológico hemos
aceptado una economía de mercado pero hemos dicho que no a una
sociedad de mercado, a una sociedad en la cual el estado
democrático se convierte en una fuerza del bien y los estados no se
pueden retrotraer de hacer el bien, incluso ante nuestra aceptación
de la noción de riqueza creciente a través de una economía de
mercado.
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El Presidente del Brasil ha subrayado el hecho de que la corporación
de la comunidad internacional y me parece que existe consenso al
respecto, no es solamente algo que existe en función de su propio
interés sino que es una cuestión de un derecho de una obligación
fundamental que de viene de una creencia profundamente arraigada
de que somos hermanos y que debe de existir una solidaridad que se
refleje a nivel de programas y políticas de índole práctica.
También hay consenso en cuanto a que tenemos que profundizar la
integración de nuestra región, profundizándola de tal manera que
esté fundamentada en los pueblos, en la gente, de tal suerte que en
última instancia el todo sea más que la mera suma de las partes
individuales.
Si existe efectivamente un consenso en cuanto a cuestiones
fundamentales de esta índole, la interrogante es ¿Por qué no hemos
tenido un desempeño tan bueno como el que deberíamos haber
tenido?
Más que otra cosas, señor Presidente, me parece que esta Cumbre
Extraordinaria entendiendo lo que ha tratado de promover por
ejemplo el gobierno del Canadá, se presenta ante circunstancias en
las que ha surgido un nuevo desafío, cómo recomprometernos ante
las metas del milenio, ante los diferentes planes de acción que
vienen de la reunión de la reunión de la ciudad de Québec, ante
circunstancias de terrorismo internacional, con una economía
mundial cíclica donde ha habido una desaceleración en los últimos
años, con incertidumbre política en algunos puntos del orbe.
Cómo es que en ese contexto podemos ante renovarnos y reanudar
nuestro compromiso respecto a aquellas áreas que han sido motivo
de ese consenso.
Hablando con toda franqueza diré que todo esto es algo que a todos
los aquí presentes nos atañe, con suma frecuencia llegamos a estas
conclusiones, pero muchas veces permitimos que sean personas de
nivel técnico a niveles más bajos, quienes tienen a cabo las políticas
y los programas, que no reconocen cabalmente lo que nosotros
hemos enunciado.
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Por lo tanto se requiere de una mayor supervisión política de ese
proceso, una mayor directriz política, es la razón por la que nos
hemos apartado en cierta medida de lo que fuera la declaración de la
Cumbre de Miami de 1994, en cuanto a temas vinculados con el
Libre Comercio, yendo de un paquete totalizador que incluía a
aquellas áreas que tratamos de rescatar ahora, pasando a
simplemente un elemento de libre comercio y sigue siendo tema de
discusiones amplias en las que muchos órganos nacionales están
tratando de obtener ventaja de esta situación.
Viniendo de un país pequeño y habiendo escuchado el debate señor
Presidente, deseo instar a que los temas sobre los cuales hemos
alcanzado un acuerdo fundamental los dotemos con un vehículo para
asumir un derrotero político.
La Cumbre de las Américas es una reunión ciñera efectivamente
pero parece haber una ausencia de dirección política en el momento
en que la Cumbre llega a su terminación.
Muchas gracias.