Discursos

ALBERT R. RAMDIN, SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
DISCURSO DE APERTURA: REUNIÓN REGIONAL SOBRE LA APLICACIÓN NACIONAL DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

6 de agosto de 2007 - Ciudad de México, México


Excelentísima señora Embajadora Patricia Espinosa Cantellano, Secretaria de Relaciones Exteriores de México,
Excelentísimo señor Jakob Kellenberger, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja,
Señora Sylvie Junod, Delegada Regional del Comité Internacional de la Cruz Roja en México, Centroamérica y el Caribe de Habla Hispana,
Excelentísimo señor Embajador Juan Manuel Gómez Robledo, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos,
Excelentísimo señor Nicholas Frederick, Ministro de Justicia de Santa Lucia,
Excelentísimo señor Embajador Miguel Pichardo, Subsecretario de Relaciones Exteriores de la República Dominicana,
Señores Representantes de las Comisiones Nacionales de Derecho Internacional Humanitario,
Señoras y señores,

En primer lugar, quisiera expresar mi agradecimiento y mis felicitaciones al Gobierno mexicano y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) por copatrocinar esta reunión regional, junto con la OEA, en esta dinámica e histórica capital. En nombre de la OEA y sus Estados Miembros, quisiera expresar nuestro más sincero agradecimiento a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y al CICR por su incesante dedicación a la promoción y el respeto del derecho internacional humanitario en las Américas, así como por su profesionalismo y competencia en la organización de esta reunión.

En segundo lugar, deseo expresar mi agradecimiento al Embajador Maurtua por pronunciar este discurso de apertura en mi nombre. Otras obligaciones oficiales no me han permitido participar en esta importante reunión, pero voy a seguir con gran interés sus deliberaciones.

Nuestra participación en este evento es producto de la creciente relación de cooperación entre el CICR y la OEA, una alianza que se inició en 1994 con el firme respaldo de nuestra Asamblea General y que ha dado lugar a importantes actividades.

Todas estas actividades sirven para recalcar el valor y respeto que la OEA atribuye a su relación con el CICR. El CICR ha trabajado con la OEA en la promoción, divulgación y respecto del derecho internacional humanitario a través de diversas iniciativas sustantivas, de conformidad con el acuerdo de cooperación de 1996 y el memorando de entendimiento de 2003, firmados por el Presidente del CICR y el Secretario General y el Secretario General Adjunto, respectivamente.
Durante el último año, me he reunido en varias ocasiones, junto con los respectivos Presidentes del Consejo Permanente, con los principales representantes del CICR y, más recientemente, el Presidente del CICR, Jacob Kellenberger, visitó al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, con el fin de fortalecer las relaciones entre ambas organizaciones.

En este discurso, quisiera expresar mi satisfacción particular por el éxito constante de la alianza entre las dos instituciones y, aún más importante, el excelente progreso logrado por las Comisiones Nacionales en la aplicación del derecho internacional humanitario en las Américas.

Nuestra participación en este evento es producto de la creciente relación de cooperación entre el CICR y la OEA, una alianza que se inició en 1994 con el firme respaldo de nuestra Asamblea General y que ha dado lugar a importantes actividades. Entre las principales actividades cabe destacar las sesiones especiales sobre derecho internacional humanitario de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos de la OEA, que se han celebrado anualmente desde 2002; la Conferencia de Expertos Gubernamentales sobre la Aplicación del Derecho Internacional Humanitario, celebrada en San José, Costa Rica, en 2001; lo que se ha convertido en el curso anual sobre derecho internacional humanitario para las misiones de la OEA; e incluso el precursor de este evento, la reunión inaugural de las Comisiones Nacionales, celebrada en Antigua, Guatemala, en 2003.

Señora Secretaria de Relaciones Exteriores, señor Presidente, señores Ministros, Representantes de las Comisiones Nacionales, la promulgación de tratados y convenciones de derecho internacional humanitario y la adherencia a los mismos en el Hemisferio han sido un aspecto fundamental de la OEA – el espíritu de los cuales está consagrado en nuestra Carta y cuya aplicación emana de las resoluciones de nuestra Asamblea General, reuniones políticas, sesiones especiales y cursos. Los Estados Miembros, a través de la Carta Democrática Interamericana, se han mantenido firmes en la consolidación de la paz y la promoción de la democracia a través de esta expresión colectiva de los principios e ideales consagrados de las Américas.

Esta posición inquebrantable es especialmente importante en períodos de desafíos, cuando la importancia de mantener estos principios fundamentales es aún más crítica. Esa es la razón por la cual, en el cumplimiento de nuestra razón de ser, de promover y fortalecer la democracia y defender los derechos y libertades de todos los ciudadanos, los Estados Miembros debemos continuar promoviendo y manteniendo nuestro compromiso con los derechos humanos, un pilar esencial para el autogobierno y el estado de derecho, incluida la protección de los derechos universales consagrados en los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales.

En la actualidad, en el Hemisferio Occidental, las amenazas al orden democrático y el estado de derecho provienen no tanto de los conflictos armados internacionales, sino que emanan de otras amenazas graves cometidas por actores estatales y no estatales.

El sistema interamericano ha respondido con resolución y consistencia a una amplia gama de amenazas. Más recientemente, ello quedó demostrado en el período ordinario de sesiones de la Asamblea General de junio de 2007, celebrado en Ciudad de Panamá, el cual aprobó resoluciones para combatir una serie de desafíos que actualmente enfrentan todos los ciudadanos de las Américas.

Con respecto al tema de los crímenes de guerra y los desaparecidos, los dos primeros componentes de sus deliberaciones hoy y mañana, la Asamblea General aprobó las resoluciones 2295 y 2271, mediante las cuales condena y penaliza las desapariciones y el terrorismo en el Hemisferio, solicitando a su vez la aplicación nacional del Estatuto de Roma y la ampliación de la jurisdicción de la Corte Penal Internacional mediante la resolución 2279.

En relación con el tema de las armas, el tercer componente de sus trabajos en esta reunión regional, los Estados Miembros de la OEA se mantienen firmes a favor de la transparencia en las adquisiciones de armas convencionales, de acuerdo con el tratado interamericano sobre la materia, y han aprobado resoluciones esenciales sobre las repercusiones devastadoras de las minas antipersonal y bombas de racimo, así como la necesidad de la reconstrucción post conflicto.

Hay muchas otras resoluciones y programas que ponen de relieve nuestro enfoque proactivo con respecto a la adherencia universal de los tratados de derecho internacional humanitario y el derecho consuetudinario. Las Comisiones Nacionales pueden desempeñar, y han desempeñado, un papel crucial en este empeño. Estoy convencido de que esta reunión será tan productiva como las de los últimos años y que el intercambio de información sobre los desarrollos y experiencias asociados con la aplicación, promoción y respeto del derecho internacional humanitario será una “llamada a la acción” que servirá de modelo en toda la región y, de hecho, en todo el mundo.

Creo firmemente que el respeto y la protección de los derechos humanos son prerrequisitos básicos para el fortalecimiento y mantenimiento de nuestras democracias, la promoción del desarrollo sostenible en nuestros Estados Miembros y la salvaguardia de la seguridad básica de los ciudadanos de las Américas y de todo del mundo.

En este contexto, garantizo el pleno apoyo de la OEA para continuar asistiendo y apoyando sus iniciativas a través de los esfuerzos conjuntos con el CICR y los gobiernos de nuestros Estados Miembros.

Les deseo unas deliberaciones muy productivas y mucho éxito en la conferencia.

Muchas gracias.