Desde 1993 se celebra el 3 de mayo el Día Mundial de la Libertad de Prensa, Cada año, se convierte en una fecha ideal para llevar a cabo una reflexión profunda sobre este tema esencial.
• Sin libertad de prensa, sin libertad de información, sin libertad de expresión, no puede haber democracia. Por este motivo, aquellos países en los cuales se restringe, o se prohíbe, a los periodistas ejercer libremente su trabajo deben ser objeto de escrutinio público y denuncia.
• Cerca de 30 comunicadores fueron asesinados el año pasado en nuestra región. Lo más grave es que muchos de estos crímenes quedan impunes, lo que le permite a los autores materiales e intelectuales creerse intocables.
• Por este motivo no podemos, ni vamos a olvidar, a cada víctima del abuso despótico, del crimen organizado, de la corrupción, de la dictadura, de los regímenes autoritarios.
• Gracias a la labor de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y de su titular Edison Lanza, este tipo de hechos son analizados y denunciados de manera permanente.
• Por otro lado, la Relatoría también ha resaltado, y lo hemos escuchado en la voz del relator, de los avances que se dan en la región. Alrededor de 25 países han aprobado leyes de acceso a la información. Progresivamente la mitad de nuestros países han derogado los delitos de desacato, difamación e injurias.
• También hay que destacar la protección de las fuentes periodísticas y el derecho de réplica como mecanismo alterno a la resolución de conflictos entre la prensa y quienes se sienten vulnerados en su reputación dentro de las legislaciones.
• Otro aspecto que hay que mencionar de manera especial son aquellas declaraciones contra los periodistas o los medios de comunicación, bien sean ofensivas, estigmatizantes o amenazantes, que realizan funcionarios públicos, muchos de ellos de alta jerarquía, que se siguen registrando en el continente. El objetivo de amedrentar a periodistas y a los medios de comunicación no puede ser tolerado.
• Al respecto queremos saludar la iniciativa de la Asamblea General de 2018 que encomendó a la RELE, en coordinación con el Departamento de Cooperación y Observación Electoral, DECO, y el Departamento de Derecho internacional, elaborar una guía para que los países tengan criterios para enfrentar el problema de la desinformación deliberada en contextos electorales. Vale decir, que ya se llevó a cabo un primer panel de expertos de toda la región sobre este tema en el Instituto Nacional Electoral de México.
• En nuestro continente los instrumentos interamericanos fueron diseñados para establecer principios y salvaguardas, entre otras cosas, para el ejercicio pleno de la Libertad de Expresión. Los mismos no tienen un afán declarativo y teórico, por el contrario son mecanismos efectivos y útiles para proteger las libertades fundamentales y la existencia misma en una sociedad democrática.
• Presidente, en este momento tenemos tres países en las Américas donde la libertad de prensa no existe o se encuentra seriamente amenazada: Cuba, Venezuela y Nicaragua.
• En el caso de Cuba, la dictadura abolió desde el primer momento cualquier posibilidad de informar libremente. El periodismo independiente contrariaba su ideal totalitario y no se podía permitir que se difundiera alguna versión distinta a la oficial
• En el caso de Venezuela se presenta una realidad bastante similar. Allí, quienes aún pueden informar, son objeto de todo tipo amenazas, restricciones y vejámenes. Su quijotesca labor engrandece el espíritu libre de quienes honran el buen periodismo en Venezuela.
• En la víspera, el régimen usurpador sacó del aire a la emisora radial RCR y las televisoras CNN Internacional y BBC Mundo, denunciaron estos medios y organizaciones gremiales, y también suspendió la transmisión abierta de Radio Caracas Radio (RCR), tras 89 años de actividad ininterrumpida.
• Según el Informe Anual de la Relatoría, “Durante 2018 se profundizó el deterioro de la situación de la libertad de expresión en Venezuela debido a la apertura de procesos penales contra periodistas que investigan hechos de corrupción, la práctica de detenciones arbitrarias de comunicadores que cubren protestas, y las detenciones de dirigentes opositores, así como de ciudadanos que expresan críticas o disienten del gobierno a través de las redes sociales. La llamada Ley contra el Odio fue aplicada a manifestantes y ciudadanos, así como para aplicar sanciones y advertencias a medios de comunicación”.
• En el caso de Nicaragua, la situación existente se deterioró de manera drástica el año anterior. Los nicaragüenses han sido despojados de todos los mecanismos y medios de denuncia y justicia,
• Resulta fundamental continuar trabajando por la libertad de expresión y la libertad de prensa en toda la región, pero particularmente en los países donde se ve más amenazada o directamente no existe.
Muchas gracias.