Speeches and other documents by the Secretary General

DURANTE LA SESIÓN ESPECIAL PARA CONSIDERAR UNA RESOLUCIÓN SOBRE LA SITUACIÓN EN VENEZUELA

16 de agosto de 2024 - Washington, DC

Saludamos la aprobación de la resolución por consenso. Valoramos especialmente la importancia de la misma, los principios y valores que defiende y cómo aporta en el sentido correcto de una transición democrática en Venezuela.

Es importante porque recordamos que la autoridad electoral declaró un presidente sin un solo documento que respaldara su decisión, sin cumplir con la ley, y en flagrante contradicción con la documentación relevada por los testigos de mesa.

Vemos hoy cómo el régimen persigue y oprime, cómo encarcela las voces disidentes, cómo coarta la libertad de expresión: cuatro periodistas se encuentran detenidos y están siendo procesados bajo cargos de terrorismo; equipos de prensa de medios internacionales han sido expulsados del país, se ha anulado el pasaporte a periodistas y a defensores de derechos humanos, al mismo tiempo que se han registrado múltiples limitaciones al derecho a la información, con bloqueos gubernamentales a herramientas digitales que van desde la propia página de divulgación de resultados habilitada por la oposición, hasta redes sociales, servicio de mensajería instantánea y medios de comunicación.

Quiero aprovechar esta oportunidad para felicitar el trabajo de las personas que participaron en los equipos del Centro Carter y las Naciones Unidas, que bajo condiciones de gran hostilidad arrojaron luz sobre la situación de este proceso electoral en Venezuela.

Las conclusiones a que llegaron estos expertos son completamente coincidentes con el reporte que solicité a nuestro Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) que compartí dos días después de la elección.

Tres equipos integrados por los máximos expertos del mundo en materia electoral llegaron a las siguientes conclusiones:

• el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades y no cumple con estándares internacionales
• en el período preelectoral hubo restricciones a la participación cívica y política y la campaña fue absolutamente antidemocrática a favor del gobierno
• durante la jornada electoral la ciudadanía se manifestó de manera masiva y pacífica a expresar su voto a pesar de las restricciones que sufrieron algunos observadores nacionales y fiscales partidarios
• la noche de la elección la transmisión de resultados funcionó bien en un principio, pero fue interrumpida de manera abrupta sin darse ninguna explicación al respecto. Más tarde el CNE habló de un ciberataque terrorista, pero nunca realizó las auditorías postelectorales, incluso una que hubiera sido clave para revelar información sobre el supuesto de ataques externos que no han podido probar
• el CNE no ha publicado aún ni una sola acta que valide sus dichos ni tampoco resultados a nivel de mesa

Hay dos elementos clave del informe de expertos de Naciones Unidas que creo vale la pena resaltar y abro comillas: “El CNE puso en marcha medidas para la producción de protocolos de resultados impresos a nivel de las mesas de votación. Esta fue una medida de salvaguardia clave de transparencia, con varios elementos de seguridad como códigos QR y códigos de comprobación con firmas únicas, así como firmas físicas de funcionarios y agentes. Estas características de seguridad, en su conjunto, parecen ser muy difíciles de falsificar. El marco legal estipula que cada protocolo original impreso debe ser sellado y resguardado por los militares, copias de los mismos deben ser distribuidas a los funcionarios de las mesas de votación, agentes de partido y observadores acreditados. Sin embargo, el panel recibió varios informes de que se había impedido a los agentes de los partidos de oposición obtener dichas copias. Además, a pesar de garantizar que lo haría, el CNE no ha publicado estos protocolos de resultados.” Tampoco el Ministerio de Defensa ha presentado esas actas que estaba supuestamente con su deber electoral de resguardar. Esto no solo lo menciona DECO en su informe, también lo expuse ante ustedes en el Consejo Permanente de 31 de julio.

“Además el panel de expertos de la ONU revisó una pequeña muestra de las actas publicadas por la oposición y concluyó que exhiben todos los dispositivos de seguridad de los protocolos originales de los resultados. Esto sugiere que una medida de salvaguardia clave de transparencia estaría disponible, como estaba previsto respecto a cualquier resultado publicado oficialmente. Las actas publicadas constituyen el 83.5% de los votos”; sin ese restante de las actas, es imposible que el 100% de los votos fuera al candidato del régimen, y aún así no le alcanzaría. Sería claro entonces que habría perdido las elecciones.

El alto representante de la Unión Europea acogió ayer públicamente el trabajo de los expertos de las Naciones Unidas y mencionó que “en consonancia con las revisiones y evaluaciones de varias organizaciones independientes, la fiabilidad de las copias de los registros electorales publicados por la oposición-según estas copias publicadas de las actas muestran que el candidato de la oposición Edmundo Gonzalez parece ser el ganador de las elecciones presidenciales por una mayoría significativa”.

He estado recordando en estas últimas semanas una frase que les cité a algunos de ustedes antes de la elección: "Aquí todos sabemos lo que va a pasar y hay que estar preparados para eso". Aquí todos sabíamos lo que iba a pasar y debíamos estar preparados para ello. Y aquí todos sabemos lo que está pasando y debemos actuar en consecuencia.

No podemos nunca pedirle a la gente que se someta; debemos exigir que cese la represión y la tortura, que se liberen los presos políticos y que dejen a los periodistas trabajar con libertad.

Cuando hablamos de alternativas a una transición pacífica esto fue un referéndum hacia eso. Transición pacífica es lo único que quisiera el pueblo de Venezuela.

No podemos nunca nosotros, desde acá, decirles a los ciudadanos de las Américas que las elecciones no son el vehículo para llegar al poder. No podemos decirle a nadie tampoco qué deben hacer. Cada uno actúa de acuerdo a su interés político, económico, social o comercial; cada uno hace lo que entiende oportuno. En ese sentido, también hemos hecho nuestras acciones: he pedido el informe al DECO y las comunicaciones a la Corte Penal Internacional (CPI), a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que definitivamente eligió no aflojar, ni esconderse, ni cansar. Valoramos altamente ese compromiso demostrado en esta ocasión y en todas las demás por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Que no puedo citar hoy sin sentir un profundo orgullo por este Sistema Interamericano que tanto aporta a la democracia y a los derechos humanos en la región.

Ojalá los esfuerzos por lograr una transición democrática den sus resultados, resultados que no han tenido hasta ahora. Ojalá el interlocutor del lado del régimen por una vez, actuara con buena fe.

Salir de las dictaduras requiere el esfuerzo de todos. Requiere una interlocución firme, que sea clara: no es permisible un día más de una dictadura, nunca. Esa interlocución es fundamental.

También lo ha sido en todas las dictaduras en las Américas. Han sido fundamentales quienes han denunciado las violaciones de derechos humanos, los crímenes de lesa humanidad, la represión, los presos políticos y la tortura que han cometido las dictaduras.

Eso ha sido tan fundamental para recuperar la democracia como los demás, como la interlocución, pero la interlocución firme. La interlocución no puede resbalar, nunca, es necesario su firmeza, son necesarios sus resultados.

La comunidad internacional debe ser clara y consecuente. Esta Organización definitivamente tiene las credenciales, ustedes lo han repetido, lo hemos repetido acá: en los casos de Guyana y Guatemala esta Organización demostró que sabe, que puede, que lo hizo; logró resultados concretos, claros y específicos de una transición a la democracia, claros, clarísimos, mejor que ningún otro, mucho mejor.

Saludamos el informe de la CIDH y la Relatoría de Libertad de Expresión (RELE) respecto al uso arbitrario de la fuerza, las detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, a la persecución judicial y el hostigamiento, la censura y la restricción a la libertad de expresión, la asociación y la reunión pacífica, así como los obstáculos a la labor de los derechos humanos.

Saludamos también la respuesta que nos diera la Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional en el sentido de que está trabajando y siguiendo los acontecimientos en Venezuela, y que los principios de colaboración y complementariedad no eximen a la Corte Penal Internacional de su deber de actuar cuando sea necesario.

Gracias señor Presidente.