Discursos y otros documentos del Secretario General

DURANTE LA PRESENTACIÓN EN EL CONSEJO PERMANENTE DEL INFORME FINAL DE LA MISIÓN DE OBSERVACIÓN PARA EL PROCESO DE ELECCIÓN DE ALTAS CORTES EN GUATEMALA

19 de febrero de 2025 - Washington, DC

En primer lugar, quiero expresar mi gratitud al Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Guatemala, Sr. Carlos Ramiro Martínez Alvarado, por su intervención y la confianza depositada en la Secretaría General para la instalación de esta Misión.

De igual forma, reconozco la intervención de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Independencia de magistrados y abogados, Sra. Margaret Sattherwaite.

Agradezco a Rosa Celorio por la presentación de este informe de la Misión de Observación para el proceso de elección de Jueces de la Corte Suprema de Justicia, las Cortes de Apelaciones y otros Tribunales de Igual Categoría de Guatemala. Destaco también la labor realizada por los demás miembros de la Misión, los Doctores Luiz Marrey y Rodolfo Piza.

Como escuchamos en la presentación del informe, la Misión acompañó este proceso promoviendo los más altos estándares internacionales, los cuales son fundamentales para asegurar que los procesos de selección cuenten con transparencia y permitan evitar cualquier forma de subjetividad o politización.

Como se establece en el artículo 3 de la Carta Democrática Interamericana, la separación e independencia de los poderes públicos es uno de los elementos esenciales de la democracia representativa. En este sentido, el proceso de selección de jueces adquiere una relevancia crucial, pues no solo debe garantizar que quienes acceden a estos cargos posean las competencias y la trayectoria necesaria, sino que también sean independientes en el ejercicio de sus funciones.

La idoneidad y autonomía de los jueces no solo fortalecen la protección del Estado de derecho, sino que también resguardan a la democracia.

Guatemala enfrenta desafíos democráticos significativos. Desde la Secretaría General hemos sido testigos de cómo instituciones que deben velar por la democracia y el Estado de derecho han sido utilizadas, paradójicamente, para buscar debilitar la institucionalidad, afectar la gobernabilidad y socavar la independencia de los poderes.

La Organización de los Estados Americanos tiene presencia permanente en Guatemala y ha redoblado esfuerzos a través de misiones de observación electoral, y Misiones Especiales para la Transición y la Selección de Jueces, con el objetivo de acompañar a la sociedad guatemalteca en sus esfuerzos para promover la paz y fortalecer la institucionalidad democrática, así como fomentar los valores y principios de la Organización.

A pesar de los avances significativos alcanzados, la realidad es que aún existen desafíos que ponen en riesgo el sistema democrático del país.

El proceso de selección de jueces ha estado marcado históricamente por una notable influencia política. En el pasado, se ha criticado que el proceso está bajo la influencia de los partidos y prácticas de clientelismo. Si bien se han realizado reformas a la ley de Comisiones de Postulación y se promulgó la Ley de Acceso a la Información Pública, los patrones de impunidad y corrupción han continuado debilitando el proceso de elección de magistrados.

Como mencioné previamente, los estándares internacionales exigen trasparencia, independencia y objetividad en la selección de jueces; sin embargo, la Misión ha observado con profunda preocupación que la realidad en Guatemala dista de estar guiada con estos estándares.

Uno de los factores que ha permitido el debilitamiento del sistema judicial en Guatemala es el diseño y funcionamiento de las Comisiones de Postulaciones. En lugar de garantizar una selección basada en méritos y transparencia, estas comisiones han generado incentivos perversos que han permitido a operadores políticos incidir en la elección de jueces. Se ha observado cómo la cooptación de espacios dentro de estas instancias ha sido utilizada como mecanismo de control.

Adicionalmente, la participación de magistradas y magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Apelaciones en este proceso ha generado conflicto de interés, en el cual se ha evidenciado intercambio de votos con el fin de favorecer intereses particulares.

Mirando hacia el futuro, es imprescindible que Guatemala adopte un proceso de selección de jueces que garantice la idoneidad, la honorabilidad y un firme compromiso con los principios democráticos y el respeto a los derechos humanos.

La integridad del sistema judicial depende de que las y los candidatos sean personas con trayectorias intachables, libres de cualquier vínculo con corrupción o el tráfico de influencias.

No puede haber margen para la manipulación política ni para el uso indebido de la justicia como herramienta de persecución o impunidad.

La independencia judicial no es sólo un ideal, sino una condición indispensable para garantizar la estabilidad democrática, la protección de los derechos fundamentales y la confianza ciudadana en las instituciones.

Es momento de avanzar hacia un sistema de selección de jueces que refleje los valores democráticos, asegurando que quienes imparten justicia lo hagan con independencia, integridad y un compromiso absoluto con el Estado de derecho.

El fortalecimiento de la democracia guatemalteca requiere reformas importantes. Si así lo deciden los guatemaltecos, la comunidad internacional y por nuestra parte acompañaremos los esfuerzos destinados a garantizar que la justicia en Guatemala responda a su verdadero propósito: ser un pilar de equidad, imparcialidad y protección para toda la ciudadanía.

Mi más sincero agradecimiento a todas las personas y organizaciones que hicieron posible el trabajo de nuestra Misión. Su apoyo y colaboración fue fundamental para el éxito de las actividades. En particular, agradezco a las autoridades del Gobierno de Guatemala y a las autoridades de las instituciones del país que sostuvieron reuniones con los miembros de la Misión.