Discursos Secretario General Adjunto

EL DERECHO A LA COMUNICACIÓN PROMOTORA DE LA IGUALDAD DE GÉNERO Y LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE

2 de noviembre de 2015 - Washington, DC

Hoy 2 de noviembre se conmemora el Día Internacional para Poner fin a la Impunidad en Crímenes Contra Periodistas, fecha que sirve para recordar a los Estados la importancia de adoptar medidas para garantizar el derecho a la libertad de expresión y la importancia para la democracia de contar con medios de comunicación libres, transparentes y comprometidos con los derechos humanos.

Además de abordar las violaciones a este importante derecho con el Relator de la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, que nos acompaña en el primer panel, el tema que hoy nos convoca es la comunicación promotora de la igualdad de género. Pero la comunicación desde una mirada diferente, no pensada como una mercancía, sino como un derecho de las y los ciudadanos que permite brindar una mirada plural e inclusiva de la realidad y promover el tratamiento igualitario y no discriminado de hombres y mujeres y de todas las personas, más allá de su identidad de género y orientación sexual.

Los medios tienen un importante rol social que cumplir en la promoción de los derechos de las mujeres, y de las identidades femeninas y feminizadas, y en presentarlas de forma respetuosa, amplia y variada, en todos los niveles jerárquicos y de responsabilidad, eliminando los estereotipos sexistas, descalificadores e invisibilizadores de su protagonismo y liderazgo en todos los espacios de toma de decisiones. Tienen además una obligación de tratar con respeto y con la debida seriedad las violaciones de los derechos de las mujeres – en particular la violencia contra las mujeres y el femicidio – y de no minimizar, trivializar o sensacionalizarlas. Finalmente, tienen un deber de incorporar a más mujeres en todos los niveles de los medios y de las empresas de comunicación – donde actualmente representan poco más de 20% de los puestos directivos.

Hoy día, nos enfrentamos todavía con una serie de barreras para lograr una comunicación transformadora:

- Las mujeres todavía tienen poca posibilidad de incidencia en el contenido mediático – incluyendo cuales noticias de publican y como se tratan temas específicos – particularmente los temas relacionados con los derechos de las mujeres y la igualdad de género;
- Las carreras de periodismo, comunicación y otras materias relevantes no incluyen formación de género o el tratamiento periodístico de temas como la violencia contra las mujeres;
- En general, y pese a los compromisos adoptado por los países en la Convención de Belem do Para y otros instrumentos, no existen lineamientos ni presupuestos para guiar la cobertura mediática de la violencia contra las mujeres o para el uso de los medios de comunicación como herramienta en la lucha contra esta problemática; y
- El género rara vez se contempla en los códigos de conducta, las directrices y los reglamentos que se aplican a la comunicación – sea el periodismo o la publicidad;
- En la mayoría de países, la comunicación desde un enfoque de género no se monitorea ni se evalúa de una manera sistemática, lo que obstaculiza nuestra capacidad de diseñar políticas públicas y lineamientos apropiados a futuro.

Practicar la comunicación promotora de la igualdad de género es ampliar nuestra visión y contribuir a una comunicación más democrática. Implica visibilizar la realidad y deconstruir los discursos mediáticos que refuerzan la subordinación, explotación y discriminación de las mujeres y de aquellas personas discriminadas por su identidad de género y orientación sexual.

Hace 20 años, mediante la Declaración y Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, los Gobiernos se comprometieron a establecer medidas de acción para fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de las mujeres y abstenerse de presentar a la mujer como un ser inferior y de explotarla como objeto sexual y bien de consumo.

Al ratificar la Convención de Belém do Pará a partir de 1994, los Estados Parte se comprometieron a adoptar políticas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y a alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus formas, así como a realzar el respeto a la dignidad de la mujer.

La Declaración de Pachuca “Fortalecer los esfuerzos de prevención de la violencia contra las mujeres,” adoptada el año pasado por el Foro Hemisférico Belém do Pará +20, destaca la importancia de impulsar la eliminación de estereotipos de género, imágenes y mensajes sexistas y discriminatorios en los medios de comunicación, respetando la libertad de expresión, para promover una comunicación sensible al género y libre de discriminación.

La construcción de la igualdad debe ser un trabajo diario de todas y de todos que contribuya a ampliar la multiplicidad de voces y de miradas de nuestros pueblos. Frente a este gran desafío, la OEA a través de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) y de su Departamento de Prensa, se compromete a promover una comunicación plural y diversa que permita ampliar y proteger los derechos de las y los ciudadanos, para que el lema “Más derechos para más personas” se convierta en realidad. Empezaremos por transformar el lenguaje sexista, excluyente y discriminatorio que se ha naturalizado en nuestra región, este será nuestro primer aporte.

Junto con la educación, la comunicación promotora de la igualdad de género es una de las piedras angulares del mundo que queremos crear con nuestra creatividad y desde nuestra visión de derechos humanos y de justicia. Tenemos que ser firmes en nuestra convicción de que el femicidio no es motivo de chistes, que no necesitamos usar mujeres en bikini para vender carros, cerveza u otros productos, que las mujeres son algo más que amas de casa y usuarias de productos de belleza, que los hombres no necesitan usar la fuerza y el autoritarismo para resolver cualquier situación y que pueden vivir plenamente sus vidas afectivas y emotivas.

Para lograr la igualdad de género, objetivo número cinco de la nueva Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, necesitamos fortalecer y replicar prácticas e iniciativas de comunicación inclusivas - como lo están haciendo las y los panelistas que hoy nos acompañan desde sus diversos espacios de gobierno, sociedad civil, medios de comunicación, organismos internacionales y la academia, quienes están contribuyendo a democratizar la comunicación y hacer de ésta un derecho.