Su Excelencia, Juan Manuel Santos, Presidente de la República de Colombia
Distinguido Embajador Andres Gonzalez Díaz
Distinguido Embajador Juan Carlos Pinzón,
Distinguidos Representantes Permanentes y Alternos,
Distinguidos Observadores Permanentes,
En nombre del Secretario General Luis Almagro, quien se encuentra en una visita oficial a Europa, y en el mío propio, es un gran honor darle la bienvenida, una vez más, a esta Casa de las Américas. Nos honra su presencia como Jefe de Estado de un país que tiene un hondo significado para la OEA, dado que fue en Bogotá, en 1948, donde nació esta Organización, y hemos contado con dos importantes Secretarios Generales colombianos: los doctores Alberto Lleras Camargo y César Gaviria Trujillo.
Además, porque no sólo lo hace Usted hoy en su condición de Presidente de los colombianos, sino que enarbola Usted la bandera de la paz en su país dentro de un esfuerzo reconocido internacionalmente, tanto así que le ha valido ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz que recibirá en los próximos días.
Señor Presidente, la Secretaría de la OEA, así como los países de las Américas aquí representados, hemos expresado en reiteradas ocasiones nuestro apoyo indeclinable a la concreción de la ansiada paz en su país. Se trata de un deseo y una esperanza generalizados.
Unos días atrás el Secretario Almagro felicitó a Colombia por alcanzar un decisivo paso hacia un acuerdo de paz incluyente, convencido de que un diálogo amplio y participativo es el camino hacia la construcción de una paz sostenible. Valoró “la disposición y los esfuerzos de su Gobierno, de los promotores del ‘No’, de las FARC-EP y los distintos sectores de la sociedad que, a través de largas jornadas, lograron sortear las complejidades, debatieron en torno a las diferentes propuestas del ‘No’, y encontraron puntos de consenso, tendientes a robustecer el acuerdo de paz inicial".
Nos hacemos entonces eco de sus palabras al invitar a las partes sentadas en la mesa y a la oposición a seguir avanzando, a través del diálogo enfocado en la construcción de las bases de una paz que involucre a todas y todos los colombianos y destacó la valiosa participación de la sociedad civil, que tras el plebiscito se volcó a las calles para rodear el proceso y contribuir al diálogo nacional, en pleno ejercicio de la democracia.
No en vano, señor Presidente, desde la OEA hemos renovado nuestro compromiso de continuar acompañando a Colombia en su camino hacia la paz, como lo hemos venido haciendo, desde 2004, a través de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP/OEA). En ejercicio de su mandato, la MAPP/OEA está desplegada en los territorios más afectados por el conflicto, monitoreando las políticas de paz y acompañando a las comunidades.
A finales de septiembre del presente año la Organización de los Estados Americanos y su Gobierno firmaron en Cartagena de Indias una ampliación de la vigencia del mandato de la MAPP.
Entre otras cosas, y para el desarrollo del posconflicto, la OEA va a colaborar activamente en las zonas que abandonen los actores del conflicto armado con el fin de garantizar “los derechos territoriales étnicos, procesos de reparación colectiva a víctimas del conflicto, procesos de verdad, sometimiento a la justicia de los grupos armados organizados, condiciones carcelarias y penitenciarias" y se le hará acompañamiento a la "justicia ordinaria y transicional”. Igualmente, la Misión seguirá ayudando a garantizar los derechos y el trabajo de líderes sociales, defensores de derechos humanos, campesinos, reclamantes de tierras, indígenas y afrocolombianos.
De esta manera, Señor Presidente, la OEA, como lo ha podido comprobar hoy al aprobarse por unanimidad esta Declaración, seguirá acompañando este importante esfuerzo que a buena hora Usted ha venido liderando para bien de todos los colombianos.
Muchas gracias