Sra. Presidenta del Consejo Permanente, Embajadora Rita Hernández Bolaños;
Distinguidos Representantes Permanentes;
Distinguidos Observadores Permanentes
"La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino"-Simón Bolívar
En esta ocasión del aniversario de natalicio del Libertador Simón Bolívar, es un gran honor rendir homenaje a una de las figuras más prominentes de la historia de la independencia de varios países de las Américas, un líder de su época y del nuestro quien vivía y respiraba por forjar la libertad de los pueblos americanos y la identidad de nuestras naciones.
Dedicado plenamente desde muy joven al ideal de la independencia de las naciones de nuestro Hemisferio, Bolívar orientó su esfuerzo existencial a alcanzarlo, y no descansó hasta haberlo conseguido. Su absoluta entrega a ese noble propósito fue el signo supremo de su carácter y el rasgo fundamental de su trayectoria.
El Libertador Simón Bolívar nació en condiciones privilegiadas y gozó de los benéficos de la aristocracia de la época. Sin embargo, la opulencia de sus alrededores y la ventaja social que mantuvo no lo alejó de la difícil situación de sus homólogos, hermanos y hermanas de diferente rango social, quienes cargaban en su vida a través de las Américas el peso de circunstancias perniciosas. La lucha contra la desigualdad dirigió las transcendentales acciones de su existencia. Al conmemorar su vida, debemos recordar su magnanimidad y su auto-imposición de la osada obligación de tomar decisiones en nombre de la dignidad humana y de la libertad.
Su pensamiento, visión militar, y sacrificio lograron el acercamiento de los pueblos de las Américas. Después de varias batallas, Bolívar huyó de América del Sur en 1815 y se refugió en Jamaica, desde donde escribió su famosa Carta de Jamaica.
La Carta de Bolívar de Jamaica del 6 de septiembre de 1815, conmovedoramente expresó su sueño de una unión "con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo". Asimismo, Bolívar manifestó en la carta, “yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.
En el mismo año, Bolívar viajó a Haití y solicitó a su presidente, Alexander Sabes Petión, que ayudara a la causa hispanoamericana. En 1817, con ayuda haitiana, Bolívar regresó al continente y en la Batalla de Boyacá del 7 de agosto de 1819 obtuvo una gran victoria para el ejército de la revolución. Ese año, Bolívar creó el Congreso de Angostura que fundó Gran Colombia (una federación de la actual Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador) que nombró presidente a Bolívar.
El Congreso de Panamá, convocado por Bolívar en 1826, fue la primera instancia en la cual se procuró el acercamiento entre las nuevas naciones de las Américas. Bolívar reconoció la importancia de establecer un proceso de alianzas entre las nuevas repúblicas.
Al convocar el Congreso de Panamá, Bolívar en su condición de líder y de gran pensador también pudo reconocer, a pesar de la probable miopía de la época, que el avance común de las Américas es inseparable del desarrollo económico y social de sus pueblos. Los ideales de Bolívar de un panamericanismo, basados en la independencia, la solidaridad, la soberanía, así como en el derecho de todas las naciones a vivir en paz, fueron las semillas que dieron fruto a la creación de nuestra Organización de los Estados Americanos.
Nuestra Organización, que se inspira en su pensamiento, se enfrenta hoy con la responsabilidad ineludible de contribuir a la consolidación de la democracia en las Américas, dentro de principios de igualdad y de justicia social.
Ladies and Gentleman,
Today, the spirit and aspirations of the Panama Congress remain fundamental to the growth and evolution of our Member States. Notwithstanding the passage of time, we still face challenging circumstances, but we are building on a historical foundation of hemispheric strength that is bolstered by concord and togetherness even as we continue to advance the ideals of unity and solidarity.
Simon Bolivar famously stated, “In the unity of our nations rests the glorious future of our peoples.” As we uphold those valiant aspirations for the realization of political unity among sovereign nations, we are inspired by the continued relevance and merit of the work in which we engage multilaterally, and as the Organization of American States continues to breathe new life into the dreams of the Liberator.
Bolivar with his insight and genius pursued goals then, which we continue to strive to attain today. He believed that we would reach our goals only with our peoples living in the abundance of liberty’s gifts, and the governments of the Americas working in harmony. The strength of his ideals serve as the basis for the common advancement of all of our peoples.
As we celebrate one more year of the birth of the Liberator in this House of the Americas, we are more imbued than ever with the example of his portentous work towards freedom and the unity of the people and nations of the Western Hemisphere.
It is our responsibility to keep his great message and his visionary dream alive. Today we should not only embrace the responsibility of protecting the freedom and independence that he conquered for us, but we should also strive to complete the dream he conceived to extend the benefits of equality and social justice to all Americans.
We are all heirs of the Bolivarian ideal. Let us take this opportunity, as we commemorate the birth, life and legacy of one of the great sons of the Americas, to renew our commitment to his vision of a just, united and democratic Hemisphere.
Madam Chair, distinguished ladies and gentlemen, I close with one of Simon Bolivar’s most recognizable quotes, which still resounds and is as pertinent today as it was over two centuries ago, particularly so among our Member States and within the walls of this Organization.
“Nations will march towards the apex of their greatness at the same pace as their education. Nations will soar if their education soars; they will regress if it regresses. Nations will fall and sink in darkness if education is corrupted or completely abandoned.”
These are profound words by which we can still be guided as collectively we continue in service to the people of the Americas.
Thank you