Excelentísimo Señor Presidente de la República de El Salvador, Salvador Sanchez Cerén;
Distinguidas Autoridades Nacionales que hoy nos acompañan;
Señor Pablo Yanes, Coordinador de Investigaciones de la sede subregional en México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL);
Dra. Laura Pautassi, Presidenta del Grupo de Trabajo para el Análisis de los Informes Nacionales previstos en el Protocolo de San Salvador;
Dr. Eduardo Ferrer Mac Gregor, Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos;
Invitados especiales, Señoras y Señores:
• Tengo el honor de estar presente en este acto de conmemoración y a nombre de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos deseo agradecer al gobierno de El Salvador por la amable invitación a celebrar los 30 años del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, conocido también como “Protocolo de San Salvador”.
• El Protocolo de San Salvador es un instrumento jurídico único de carácter vinculante que nos presenta el Sistema Interamericano de Derechos Humanos para la defensa de los derechos sociales de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra región. Es un instrumento que establece las obligaciones de los Estados relativas al cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales, garantizando de esta manera, más derechos para más gente.
• Los Derechos Económicos Sociales y Culturales son derechos humanos universales, inalienables, interdependientes e indivisibles relativos a las condiciones sociales y económicas básicas necesarias para gozar de una vida de dignidad y libertad. Estos derechos abordan cuestiones tan básicas como el trabajo, la seguridad social, la salud, la educación, la alimentación, el agua, la vivienda, un medio ambiente adecuado para la salud y el bienestar humano, y la cultura. Su objetivo es movilizar los esfuerzos colectivos para desarrollar comunidades y marcos globales que conduzcan a la justicia económica, el bienestar social, la participación y la igualdad y desde el contorno de su indivisibilidad y universalidad son reconocidos en múltiples instrumentos internacionales.
• Si definimos los derechos humanos como todos aquellos elementos que se pueda realizar para lograr una vida digna con respeto a su bienestar íntegro, coincidiríamos en que para tener una vida digna, es necesario que se respete el conjunto de todos los derechos humanos sin distinción o categorización alguna. En conclusión, resultaría imposible la realización de los derechos civiles y políticos sin el goce de los derechos económicos, sociales y culturales.
• Sin embargo, la realización de estas obligaciones estatales no fue automática ya que en el año 2005, la Asamblea General de la OEA aprobó las “Normas para la confección de los informes de avance del Protocolo”. La presentación de informes es regida por un principio de progresividad y por un sistema de indicadores de progreso. En consecuencia, la Asamblea General consideró que era necesario acordar la composición del Grupo de Trabajo para el análisis de los informes nacionales previstos en el Protocolo de San Salvador para avanzar en una primera definición del contenido de los indicadores. El Grupo se conformó en 2010 con la designación de expertos titulares.
• El Grupo de Trabajo comenzó de inmediato la elaboración de un nuevo documento de indicadores, promoviendo un importante proceso de discusión sobre los indicadores con los Estados, la sociedad civil y organismos especializados. De igual manera, la Asamblea General aprobó el mecanismo de monitoreo del Protocolo y las fechas establecidas para la presentación de informes. Desde el 2014 a la fecha se han recibido 22 informes nacionales de los cuales 15 ya han recibido las recomendaciones y observaciones del Grupo de Trabajo.
• En esta ocasión, no puedo dejar de felicitar y agradecer al Grupo de Trabajo por los avances realizados hasta la fecha y por su disposición a colaborar en todo el proceso de verificación de los DESC por parte de los Estados. Así mismo, valoro su labor brindando respuestas a inquietudes, proporcionando asistencias técnicas virtuales y, como en esta oportunidad en San Salvador, la gran labor de presentar talleres de capacitación a los Estados. Es nuestro deseo el de dar más visibilidad al Grupo de Trabajo y buscar el apoyo de los Estados Parte para asegurar su sustentabilidad como mecanismo pionero de monitoreo.
• Es importante mencionar también que el Sistema Interamericano considera que el reconocimiento, respeto y goce pleno de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales son claves para apoyar a los más vulnerables a salir de su situación de pobreza y vulnerabilidad.
• En este sentido, el Protocolo y su sistema de indicadores constituyen el único marco regional vinculante de protección en el cual todas las personas sin discriminación tienen derecho a obtener alimentos y agua, a la asistencia médica básica, al trabajo, a la educación y a la vivienda, a la igualdad de oportunidades, a un nivel de vida adecuado, a gozar de los beneficios de la cultura y de un medio ambiente sano.
• Representa además una herramienta con la que cuentan los Estados para poder realizar un seguimiento de la aplicación de estos derechos con el objeto de servir de insumo para la mejora en las políticas públicas que atiendan la desigualdad y la exclusión social en sus diversas manifestaciones. El Protocolo de San Salvador permite que los gobiernos adopten medidas tendientes a garantizar estos derechos sobre la base de un diagnóstico de las necesidades específicas de los distintos grupos y poblaciones sociales, especialmente de las personas más vulnerables.
• Por otro lado, la Carta Social de las Américas y su Plan de Acción adoptado en el 2015, tienen el objetivo de “impulsar el desarrollo integral de la región y la lucha contra la pobreza”. Dichos instrumentos permiten servir de guía para los Estados Miembros en sus esfuerzos de desarrollo con especial atención a la inclusión social y la disminución de la desigualdad. La Carta Social y su Plan de Acción permiten avanzar en una agenda de equidad para la región, aportando insumos para la formulación de políticas públicas que ayuden a superar los flagelos de la pobreza y de la exclusión que afectan a millones de personas en el continente.
• Felicito al gobierno de El Salvador por su anuencia en realizar este evento en conmemoración del Protocolo de San Salvador, instrumento de la OEA que tiene mucha relevancia por contar con un sistema periódico de informes de Estados con 714 indicadores de progreso y con un mecanismo de monitoreo a cargo del Grupo de Trabajo que actualmente cuenta con 4 expertos y expertas gubernamentales, 2 expertas independientes y la Relatora Especial en DESCA de la CIDH.
• Al margen de este importante evento, el Grupo de Trabajo además realizará su VII periodo de sesiones, 2 talleres de capacitación, audiencias con Estados Parte y participará el día de mañana en el Foro público “Aportes para una Agenda de incidencia de la Política Social al cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales” organizado por la Secretaría Técnica y de Planificación de la Presidencia (SETEPLAN) de El Salvador.
• En esta ocasión también quisiera hacer un especial reconocimiento a la Dra. Laura Pautassi, al terminar su mandato como Experta Independiente y Presidenta del Grupo, por su invaluable labor y liderazgo en este proceso de avance de los derechos económicos, sociales y culturales en la región. (ENTREGA DE LA PLACA)
• Agradezco nuevamente al gobierno de El Salvador por brindar este espacio a sus autoridades nacionales, a expertos en DESC, a la sociedad civil y academia porque considero primordial el que se promuevan diálogos sobre el tema en cada Estado Parte. Los Estados pueden trascender de la mera presentación de informes a la reproducción de una fotografía exacta del estado actual del disfrute efectivo de dichos derechos. Una fotografía que, en definitiva, contiene la información de base para revisar, repensar y reformular nuestras políticas públicas en materia de derechos humanos.
• Garanticemos que los derechos humanos dejen de ser un anhelo y se conviertan en parte del ejercicio cotidiano de la ciudadanía, de todas las personas en nuestra región!
• Les agradezco su presencia y su acompañamiento en la conmemoración de los 30 años del Protocolo de San Salvador, una herramienta única y efectiva en la lucha para garantizar en las Américas cada vez más derechos para cada vez más personas.
• Muchas gracias