Los Estados deben adoptar medidas urgentes para respetar y garantizar la vida y la integridad personal de las lesbianas

28 de abril de 2025

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Washington, DC—Con motivo del Día Internacional de la Visibilidad Lésbica, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) resalta la violencia sistemática basada en género que enfrentan las lesbianas —a menudo dirigida a controlar o eliminar las orientaciones sexuales y expresiones de género no normativas—, lo cual amenaza gravemente su derecho a la vida y a la integridad personal. La CIDH insta a los Estados a reconocer y abordar esta forma específica de violencia mediante reformas jurídicas integrales, políticas públicas inclusivas y la garantía del acceso a la justicia, de conformidad con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.

El informe sobre Violencia contra las personas LGBTI ( 2015 ) la CIDH concluyó que, en toda la región, las personas lesbianas están sujetas a un continuo de violencia basado en el sexismo estructural y prejuicios profundamente arraigados contra las orientaciones sexuales y expresiones de género no normativas. Ese informe también señaló que existe un subregistro significativo de la violencia contra las mujeres lesbianas; por lo tanto, el acceso a los datos es limitado. Sin embargo, investigaciones científicas realizada en países específicos dentro de la región han encontrado que hasta el 65% de las lesbianas encuestadas reportaron experiencias de violencia. Otros estudios sugieren que la violencia contra las lesbianas comienza a una edad temprana, a menudo, dentro de su hogar.

Particularmente alarmantes son las prácticas nocivas y los esfuerzos por eliminar o alterar la orientación sexual no normativa de las lesbianas. Este tipo de violencia ha sido documentados exhaustivamente por el Experto Independiente de las Naciones Unidas sobre la Protección contra la Violencia y la Discriminación por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género. Estos incluyen el abuso psicológico y verbal, la imposición de vestimenta conforme con el género, las intervenciones religiosas, el internamiento forzoso, la medicalización y los tratamientos de aversión, incluyendo el uso de electrochoques, y la llamada "violación correctiva". Estos actos constituyen graves violaciones del derecho a la integridad personal y pueden constituir tortura o tratos crueles, inhumanos y degradantes. Además, las lesbianas sufren formas interseccionales de violencia, agravadas por factores como el origen racial o étnico.

Asociaciones médicas como la Academia Estadounidense de Pediatría, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, la Asociación Estadounidense de Psicología(APA), la Asociación Médica Estadounidense y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han señalado que las intervenciones destinadas a modificar la orientación sexual carecen de justificación médica, credibilidad científica o utilidad clínica. Por el contrario, existe evidencia de los daños que dichas prácticas causan, como depresión, ansiedad, culpa y, en algunos casos, también consecuencias físicas.

De conformidad con la Convención de Belém do Pará y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los Estados tienen la obligación vinculante de garantizar a todas las mujeres, incluidas las lesbianas, el derecho a vivir libres de discriminación y violencia. La CIDH insta a los Estados a adoptar medidas integrales para prevenir, investigar, sancionar y reparar la violencia contra estas personas, incluyendo los actos que pueden constituir tortura, como la llamada "violación correctiva". Las reformas legales, los servicios centrados en las sobrevivientes y el desmantelamiento de las normas culturales nocivas son esenciales para garantizar la igualdad, la dignidad y la justicia para todas las mujeres en su diversidad.

La CIDH subraya que los datos sobre violencia contra las lesbianas deben recopilarse adecuadamente y desglosarse por género y orientación sexual. Esto es esencial para el diseño de respuestas adaptadas a sus necesidades y la protección de sus derechos humanos. Finalmente, la Comisión reafirma su compromiso de apoyar a los Estados en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y promover el pleno respeto de la dignidad, la libertad y la integridad de todas las lesbianas en su diversidad.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

No. 081/25

10:20 AM