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Comunicado de Prensa
Oficina de Prensa de la CIDH
Washington, DC—La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su preocupación por la situación de violencia contra personas lesbianas, gays, trans e intersex (LGBTI), particularmente mujeres trans, en Colombia. La CIDH reitera que los crímenes motivados por prejuicios constituyen una grave violación de los principios de igualdad y no discriminación y de múltiples derechos humanos.
El 6 de abril de 2025, Sara Millerey González Borja, mujer trans de 32 años, fue asesinada con un significativo grado de saña y crueldad en Bello, Antioquia. Sara fue encontrada en una quebrada con múltiples fracturas; según informes, fue torturada y abandonada con vida, falleciendo horas después debido a la gravedad de las heridas en un hospital. Según información del Estado, la Fiscalía General de la Nación inició acciones investigativas para esclarecer plenamente lo ocurrido, conforme a los estándares internacionales. Como resultado, una persona fue detenida el 1 de mayo e imputada por los delitos de homicidio agravado y tortura.
El caso de Sara Millerey se suma a los 35 asesinatos de personas LGBTI documentados por la Fiscalía General hasta el 6 de mayo de 2025. En 2024, la Defensoría del Pueblo registró al menos 287 casos de violencia por prejuicio contra la identidad y/o expresión de género, entre ellos al menos 30 asesinatos de personas trans.
En las observaciones preliminares de la visita in loco de 2024, la CIDH señaló que "la persistencia de la violencia en contra de esta población y obstáculos que las personas LGBTI enfrentan para acceder a la justicia, en especial, en los territorios afectados por el conflicto". Pese a los avances alcanzados en el Estado, por ejemplo, en cuanto a las directivas de investigación, los grupos especializados de trabajo y el reconocimiento de derechos a nivel social y legal, según datos de la sociedad civil Colombia continúa registrando algunos de los mayores índices de violencia contra personas LGBTI en la región.
La violencia por prejuicios no constituye un hecho aislado, sino una manifestación de rechazo hacia las personas LGBTI que tiene un asidero en los valores de la cultura patriarcal. Además de castigar aspectos intrínsecos de la identidad de la persona, este tipo de violencia busca enviar un mensaje de intolerancia a toda la sociedad. La falta de una respuesta estatal adecuada, mediante investigaciones realizadas con la debida diligencia, contribuye a perpetuar la impunidad crónica y refuerza la percepción social de que las vidas de las personas LGBTI no tienen valor. La omisión del deber de investigar, o la investigación deficiente o tardía, no solo perpetúa la violencia estructural, sino que también puede generar la responsabilidad internacional para el Estado.
Ante la gravedad de la situación, la CIDH urge al Estado colombiano a redoblar de manera inmediata sus esfuerzos para investigar con debida diligencia y perspectiva de género los crímenes violentos contra personas LGBTI. Asimismo, exige fortalecer las medidas de prevención y garantías de no repetición, mediante una coordinación efectiva entre autoridades nacionales y locales, priorizando los territorios donde esta violencia es persistente o donde existe escasa presencia estatal. Estas medidas deben elaborarse en consulta activa con la sociedad civil y los liderazgos LGBTI, e incluir estrategias culturales y educativas destinadas a erradicar estereotipos y prejuicios que históricamente han servido para legitimar ese tipo de violencia.
La Comisión Interamericana reitera su disposición en trabajar en conjunto con todas las partes relevantes de la sociedad y el Estado colombiano en la promoción, protección y garantía de todas las personas a una vida libre de violencia y discriminación, independientemente de su orientación sexual, identidad de género o expresión de género.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 093/25
9:00 AM