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Oficina de Prensa de la CIDH
Washington, D.C.-
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebra el Día
Internacional de los Derechos Humanos destacando sus 65 años de compromiso
inquebrantable con la promoción de la igualdad y la no discriminación en el
hemisferio. En esta oportunidad, además de conmemorar los avances alcanzados en
la defensa de los derechos de todas las personas, hace un llamado a la acción
para fomentar una colaboración sostenida que permita construir sociedades más
justas, estables e inclusivas en las Américas.
Creada por los Estados miembros de la OEA como guardiana de los derechos
humanos, la CIDH se ha consolidado como una institución clave en la
interpretación y aplicación de los estándares interamericanos, adaptándose a las
necesidades de sociedades diversas y en constante transformación. A través de su
labor de monitoreo, la revisión de casos individuales y la promoción de
derechos, ha impulsado el diálogo regional, promoviendo la rendición de cuentas
de los Estados y contribuyendo, de manera significativa, a la implementación
práctica y efectiva de las normas internacionales en los países de la región.
Hoy, su misión es tan esencial como lo fue en el momento de su creación.
Al interpretar las convenciones de derechos humanos en el contexto de las
realidades contemporáneas, la CIDH ha colocado la igualdad y la no
discriminación como ejes centrales de su labor. Este enfoque ha sido fundamental
para abordar las formas complejas e interseccionales de discriminación que
continúan afectando a diferentes personas, colectivos y pueblos de las Américas.
Las decisiones históricas de la Comisión han resultado en leyes internas y
políticas públicas que han transformado la vida de personas y comunidades
enteras, gracias a la voluntad política de Estados comprometidos con los
derechos humanos, y al impulso de una sociedad civil dinámica y organizada. El
reconocimiento de la protección, justicia y reparación en casos de violencia
doméstica y de género ha impactado a las vidas de las mujeres. El reconocimiento
y protección de distintas orientaciones sexuales e identidades de género ha
permitido a las personas LGBTI vivir sus vidas en condiciones de mayor igualdad.
De manera particular, los esfuerzos de la Comisión en favor de los pueblos
indígenas y las comunidades afrodescendientes han permitido que los Estados
avancen en garantizar derechos esenciales como la autodeterminación, la
preservación del patrimonio cultural, la protección territorial, la consulta
previa, libre e informada en los procesos de decisiones de asuntos de su interés
y la conservación del medio ambiente, elementos indispensables para su
supervivencia. En especial, las mujeres indígenas, que a menudo enfrentan
discriminación múltiple e interseccional, han sido beneficiarias de protecciones
integrales que combinan distintos estándares internacionales sobre los derechos
de las mujeres y de pueblos indígenas.
Al reflexionar sobre estos logros, la Comisión reconoce también los desafíos
urgentes que enfrenta la región. Las políticas discriminatorias, la violencia
motivada por prejuicios, las restricciones a la libertad de expresión y las
amenazas a la democracia, así como a la independencia de las instituciones de
derechos humanos, continúan poniendo en peligro los avances alcanzados con tanto
esfuerzo. Abordar estos problemas requiere un compromiso renovado y acción
colectiva para defender los logros alcanzados para materializar los principios
de igualdad y no discriminación.
En su 65 aniversario de creación, la CIDH se mantiene firme en su misión de
enfrentar estos retos, utilizando su mandato para salvaguardar los derechos
humanos en todo el hemisferio, trabajando de la mano con otros organismos
multilaterales, y teniendo como faro y guía a las personas, especialmente
quienes han sido víctimas de violaciones a sus derechos. En este escenario, hace
un llamado a los Estados, y a todas las sociedades para fortalecer los sistemas
nacionales, regionales y universal de derechos humanos.
La región tiene la oportunidad de enfrentar las injusticias estructurales y
sistémicas mediante un diálogo amplio y participativo que integre a todos los
sectores de la sociedad, promoviendo una mayor inclusión y priorizando los
derechos individuales y colectivos. En este contexto, la CIDH reafirma su
compromiso inalterable con el principio de la igualdad y no discriminación,
destacando su rol esencial en la construcción de un futuro más justo y
equitativo para todas las personas del hemisferio.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actuar como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.
No. 313/24
8:00 AM