Niños, niñas y adolescentes
como víctimas
Percepción social de que adolescentes y jóvenes causan inseguridad y violencia
Con frecuencia se estigmatiza y señala como potenciales “peligros sociales” a los adolescentes varones de los barrios pobres y periféricos. Se los responsabiliza en gran medida por el clima de inseguridad que se vive en muchas comunidades. La realidad difiere de estas percepciones y es mucho más compleja:
Falta de oportunidades reales
Víctimas de violencia
Crédito Fotográfico: Daniel Cima para CIDH
Captación
13 es la edad promedio a la que los niños son captados por grupos criminales, en varios países.
Salir de estas organizaciones puede implicar arriesgar la vida y la integridad personal.
Las estructuras de estas organizaciones criminales son jerárquicas con normas de disciplina muy estrictas que acarrean violencia en caso de incumplimiento de las reglas internas o de órdenes de superiores, incluso a través de formas extremas como las “ejecuciones”.
Crédito Fotográfico: Amy S. Martin
Principales formas de uso y explotación
Dentro de estas organizaciones los niños, niñas, adolescentes son utilizados y abusados para satisfacer los intereses de la organización criminal.
Crédito Fotográfico: CIDH
Los adultos los consideran piezas prescindibles e intercambiables, el último eslabón de la cadena, y por lo usual les encargan actividades de mayor riesgo para su integridad personal o de ser detenidos por la policía.
Las siguientes son las principales formas de uso y explotación de niños, niñas y adolescentes por parte de grupos criminales en América:
Drogas
Migrantes
Explotación laboral
Trata y explotación sexual
Actividades violentas
Acciones de vigilancia
Robos, extorsiones, secuestros, homicidios
Traslado de armas
Violencia de género y trata de personas
Las condiciones de discriminación y violencia estructural en la sociedad contra las adolescentes mujeres se ven agravadas de modo alarmante en contextos de inseguridad y en los que actúan organizaciones criminales.
Hay actos de violencia extrema contra las adolescentes mujeres, como la violencia sexual, la explotación, tratos crueles, humillantes y degradantes, desapariciones y asesinatos.
Violencia sexual
Tráfico de drogas
Criminalización de las víctimas de trata
Crédito Fotográfico: CIDH
Pandillas juveniles, grupos juveniles violentos y maras
El fenómeno de las pandillas juveniles está muy presente en América y la sociedad lo asocia a la violencia y a la comisión de delitos. Las expresiones propias de las formas de socialización adolescente y juvenil son percibidas normalmente de modo negativo y se tiende a estigmatizarlas.
El fenómeno de las pandillas es muy variado y heterogéneo. En ocasiones, las pandillas pueden llegar a tener carácter violento y contribuir a crear condiciones de inseguridad y de violencia en sus comunidades.
Usualmente lo que subyace a las pandillas juveniles es un fuerte componente grupal e identitario.
Controladas por adultos
Amenazas sobre otros adolescentes
Prejuicios y abuso policial
Algunos de los factores por los que niños, niñas y adolescentes se acercan a estos grupos son:
Espacios de socialización
Tiempo libre
Mecanismos de autoprotección
Sentimientos de exclusión y frustración
Niños y niñas migrantes no acompañados y familias migrantes
Hay un marcado incremento en el número de niños migrantes no acompañados y de familias migrantes con niños. Muchos niños y sus familias dejan sus países empujados por la violencia generalizada en sus países de origen y por las amenazas y el temor a las maras y al crimen organizado, en ocasiones convergiendo con otras causas relacionadas con falta de oportunidades en sus países de origen o con la reunificación familiar en el país de destino.

Crédito Fotográfico: CIDH