CIDH

Palabras del Comisionado Joel Hernández

Palabras del Comisionado Joel Hernández, Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Presentación del Informe Anual 2019 de la CIDH a la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos de la OEA.

Washington, D.C., 30 de abril de 2020

  • Su Excelencia Embajador Carlos Játiva, Presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos del Consejo Permanente;
  • Su Excelencia Luis Almagro, Secretario General de la OEA;
  • Jueza Elizabeth Odio Benito, Presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos;
  • Sus Excelencias Representantes Permanentes y Alternos de Estados Miembros y Observadores ante la OEA;
  • Secretario Ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão;
  • Señoras y señores:

Tengo el honor de dirigirme a ustedes en mi carácter de Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para presentar nuestro Informe Anual 2019.

Me acompañan en esta oportunidad el Secretario Ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, y equipo técnico de la Secretaria Ejecutiva de la CIDH.

Quisiera recordar que en 2019 la Comisión conmemoró el 60 aniversario de su creación. El trabajo desarrollado durante ese año, que este Informe compila y pone a disposición del público, ha producido logros muy destacados, y totalmente inéditos en estas seis décadas de historia.

Quisiera hacer un reconocimiento a mis colegas Comisionadas y Comisionado, y especialmente a la Comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño, quien en su carácter de Presidenta dirigió los trabajos de la Comisión durante el período que cubre este informe. Asimismo, quisiera agradecer a nuestro Secretario Ejecutivo, Paulo Abrão, por su compromiso inquebrantable y su liderazgo, así como al personal de la Secretaría Ejecutiva, por la dedicación y la calidad del trabajo realizado.

El Informe Anual 2019 fue elaborado de acuerdo a los lineamientos establecidos por la Asamblea General de la OEA, y por el artículo 59 de nuestro Reglamento. Este informe es el principal instrumento de rendición de cuentas de la Comisión hacia los Estados, la sociedad civil, los usuarios del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y todos los actores que participan y cooperan con nuestro trabajo. También es una herramienta fundamental para el monitoreo de la situación de derechos humanos en la región y para el seguimiento de las recomendaciones formuladas por la Comisión a través de sus diferentes mecanismos. 

El Informe da cuenta de la amplia gama de actividades de protección y promoción de los derechos humanos desarrolladas por la Comisión durante 2019, a través de las cuales nuestra institución ha logrado fortalecer su presencia pública y su relevancia en la región, superando, una vez más, los resultados alcanzados en años anteriores.

Tal como se reporta en detalle en el Informe Anual 2019 y en el Informe Anual de Implementación del Plan Estratégico 2017-2021, durante este año la Comisión ha avanzado significativamente en el cumplimiento de las metas y objetivos definidos en su Plan Estratégico.

Entre estos logros se destacan principalmente los avances en la superación del atraso procesal y en el desarrollo progresivo del derecho internacional de los derechos humanos para la consolidación de estándares interamericanos. Algunas acciones ejemplifican este avance:

  • El alto número de evaluaciones iniciales de peticiones;
  • El significativo aumento en informes de admisibilidad y sobre el Fondo aprobados, y de peticiones nuevas notificadas a los Estados;
  • La marcada reducción en el tiempo de evaluación de las solicitudes de medidas cautelares, las cuales actualmente son diagnosticadas el mismo día.
  • El número histórico de casos y solicitudes de Opiniones Consultivas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
  • El monitoreo y el fortalecimiento del trabajo integrado y coordinado, lo que le permitió a la CIDH responder de manera efectiva e inmediata a las situaciones de derechos humanos que tuvieron lugar en diferentes países de la región.
  • El incremento de las actividades de cooperación técnica y promoción
  • Finalmente resalto los avances de sus mecanismos de seguimiento del cumplimiento de recomendaciones emitidas a través de diferentes instrumentos.

En cuanto a la estructura del Informe, siguiendo el rediseño de su formato realizado en 2018, el Informe Anual 2019 está compuesto por una Introducción, 6 capítulos y un conjunto de anexos.

Permítanme describir su contenido.

La Introducción presenta los principales logros institucionales, el progreso alcanzado en materia de derechos humanos en la región y el estado de universalización del Sistema Interamericano de Derechos Humanos durante 2019.

El Capítulo I ofrece un panorama general de las actividades de la Comisión durante el año, entre ellas, los avances del Plan Estratégico 2017-2021, la estructura y reorganización de la Secretaría Ejecutiva, las sesiones, resoluciones, relaciones con otros órganos y avances en materia de cooperación y seguimiento.

El Capítulo II presenta información sobre el sistema de peticiones y casos y las medidas cautelares; así como el seguimiento de las recomendaciones de casos individuales.

El Capítulo III reúne las actividades de las Relatorías Temáticas y de País, así como las actividades de promoción y capacitación.

El Capítulo IV se divide en dos partes:

  • El Capítulo IV.A consiste en un panorama descriptivo de la situación de los derechos humanos en los países miembros, con énfasis en los derechos y temas priorizados por la Comisión, así como en ejes transversales, destacando logros y desafíos.
  • El Capítulo IV.B contiene un análisis de la situación de los derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela, países que la Comisión decidió incluir nuevamente en esta sección por requerir de una atención especial según los criterios establecidos en el Artículo 59.6 de su Reglamento, y a los que me referiré brevemente más adelante.

El Capítulo V contiene el seguimiento de las recomendaciones formuladas por la Comisión en sus informes de país sobre Colombia, Guatemala, México y República Dominicana.

El Capítulo VI informa sobre la estructura y personal de la Comisión, la capacitación del personal, los recursos financieros y la ejecución presupuestaria, la movilización de recursos y administración de proyectos, entre otras medidas relativas al desarrollo institucional de la Comisión durante el año.  Para la CIDH es fundamental rendir cuentas y ser transparente en el uso de los recursos que la Asamblea General le asigna.

En los anexos del informe se encuentran los informes temáticos aprobados por la CIDH en el 2019. Destacan por la novedad en la temática, el informe sobre empresas y derechos humanos realizado en cumplimiento de resoluciones de la Asamblea General y el informe sobre corrupción y derechos humanos. Finalmente destaco sendos informes anuales de la RELE y de la REDESCA, como unidades con autonomía funcional de la CIDH, que se integran en esta parte del informe.

¿Cuáles son los hallazgos principales del informe?

En particular, la Comisión ha constatado un conjunto de medidas dirigidas al fortalecimiento de la institucionalidad de derechos humanos, incluyendo la creación de nuevos espacios institucionales para la promoción y protección de derechos humanos. Este año también se ha caracterizado por el fortalecimiento de la participación democrática de grupos históricamente discriminados, tanto en el ejercicio del derecho al voto como en la participación en cargos públicos por parte de personas y poblaciones históricamente discriminadas. Asimismo, la Comisión destaca iniciativas estatales de relevancia respecto a políticas públicas con enfoque en derechos humanos.

En este sentido, corresponde mencionar los esfuerzos estatales para la formulación e implementación de planes nacionales en varios Estados de región, así como a la adopción de importantes medidas en materia de igualdad y no discriminación; participación social; verdad justicia y reparación; acceso a la información como garantía de transparencia y rendición de cuentas; protección prioritaria a grupos en situación de vulnerabilidad, en particular con respecto a personas y poblaciones migrantes y para la inclusión de la perspectiva de género y diversidad. La Comisión reconoce esos esfuerzos y alienta a los Estados a continuar formulando y aplicando políticas públicas atendiendo las recomendaciones de los órganos del Sistema Interamericano y a difundir este enfoque en todas las instituciones del Estado y en la sociedad en su conjunto. La Comisión se pone a disposición de los Estados para prestar la cooperación técnica que se requiera para alcanzar esos propósitos.

En este sentido, la CIDH destaca las visitas in loco realizadas a El Salvador y a Haití, Estados Miembros a los cuales la Comisión agradece la invitación, luego de las cuales realizó observaciones preliminares con recomendaciones específicas, que espera sean de utilidad en la formulación de sus políticas en materia de derechos humanos.

La Comisión también ha identificado un conjunto de desafíos en derechos humanos durante 2019: la persistencia de la discriminación y violencia contra mujeres, personas LGBTI, afrodescendientes e indígenas, niñas, niños y adolescentes y en particular contra personas defensoras de derechos humanos, periodistas y líderes sociales; el incremento de la represión de la protesta social en algunos países de la región mediante el uso desproporcionado de la fuerza, así como actos de violencia y vandalismo ocurridos en estos contextos; el fenómeno de las personas en situación de movilidad humana y en particular la migración forzada de personas; y la gravedad de las condiciones de detención de las personas privadas de libertad en la región y retrocesos en materia de pena de muerte.

La Comisión espera que estas observaciones sean una herramienta útil en sus esfuerzos para el mejoramiento de los estándares de derechos humanos en cada país.

Asimismo, el Capítulo IV.B incluye informes especiales sobre Cuba, Nicaragua y Venezuela, países en que requieren de una atención especial según los criterios establecidos en el Artículo 59.6 del Reglamento.

Con respecto a Cuba, durante 2019 la Comisión continuó observando las condiciones de la democracia representativa, tomando nota de los cambios en el ejercicio de los altos cargos políticos, como la designación del Presidente Miguel Díaz-Canel, pero señalando la persistencia de restricciones para que todos los ciudadanos cubanos puedan acceder a cargos de representatividad.

En cuanto a la comisión de violaciones, graves y sistemáticas de los derechos humanos, la Comisión mantiene su preocupación por las graves afectaciones a los derechos políticos al sufragio y a la participación en el gobierno, a la libertad de opinión, expresión y difusión, al derecho de residencia y tránsito, a la protección contra la detención arbitraria. De acuerdo con la información recibida por la Comisión y a los testimonios a los que tuvo acceso, siguen siendo recurrentes las restricciones a estos derechos. A través del presente Informe, la Comisión profundiza el monitoreo de la situación de derechos humanos en Cuba en esta época de transformaciones. Ante la imposibilidad de visitar Cuba, la Comisión escucha las voces de las personas cubanas, y las incorpora en su examen de la situación del país.

Con relación a Nicaragua, la Comisión dio seguimiento especial al deterioro continuo de la situación de los derechos humanos en el país, desde el inicio de los actos de violencia ocurridos a partir del 18 de abril de 2018 en el marco de la represión estatal a las protestas. Durante 2019 la Comisión ha documentado un ejercicio arbitrario por parte del Estado en sus tres ramas de Poder, como consecuencia, entre otras cuestiones, de la falta de independencia del Poder Judicial y de otros órganos públicos. Asimismo, la Comisión advirtió que la grave crisis de derechos humanos en Nicaragua se ha extendido durante 2019, debido a la instalación de facto de un estado de excepción caracterizado por el ejercicio abusivo de la fuerza pública para reprimir a las voces disidentes al Gobierno, el allanamiento, clausura y censura de medios de comunicación, la prisión o exilio de periodistas y líderes sociales, cierre de organizaciones de la sociedad civil sin las garantías de debido proceso, así como a la injerencia y el control del Poder Ejecutivo en los demás poderes públicos. La Comisión también considera que en el país centroamericano se han cometido violaciones masivas, graves y sistemáticas de los derechos humanos garantizados en la Declaración Americana, la Convención Americana, o los demás instrumentos de derechos humanos aplicables. La Comisión observa que el prolongado debilitamiento de la institucionalidad democrática en Nicaragua ha derivado en la perpetuación de la crisis de derechos humanos en el país, así como en la generación de una situación de impunidad estructural respecto las graves violaciones a los derechos humanos cometidas.

Finalmente, en cuanto a Venezuela, la Comisión observó que la prolongación indefinida e irrestricta del estado de excepción, la suspensión de los poderes de la Asamblea Nacional democráticamente electa, la falta de independencia judicial, la extralimitación de funciones de la Asamblea Nacional Constituyente, la ausencia de garantías para la celebración de elecciones libres y democráticas, y en general, la falta de subordinación de las instituciones del Estado a la autoridad civil, evidencian una clara alteración del orden constitucional. A ello se suma una crisis humanitaria generalizada que ha repercutido en el goce de los derechos económicos, sociales y culturales, y que ha conducido a la migración forzada de millones de venezolanas y venezolanos. Igualmente, la Comisión ha tomado en cuenta la renuencia del Estado en adoptar medidas decididas para reestablecer la separación y el equilibrio de los poderes públicos, así como para cumplir cabalmente con sus obligaciones internacionales; entre estas, se destacan las decisiones y recomendaciones de la Comisión y las sentencias proferidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La Comisión reitera su compromiso con la protección y promoción de los derechos humanos en la región a través del acompañamiento y orientación a los Estados en su deber de construir sociedades más justas y respetuosas de los derechos consagrados en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derecho Humanos y los demás instrumentos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos adoptados y ratificados por los Estados.

Vale recordar que en 2017 la Asamblea General de la OEA dio un paso histórico, al decidir duplicar los recursos financieros en el Presupuesto Regular de los órganos del Sistema Interamericano de derechos humanos en un período de tres años.

Durante 2019 la Comisión continuó trabajando y aumentando su capacidad, perfeccionando sus procesos para alcanzar nuevos resultados que respondan más eficazmente a las necesidades en la región. 

La Comisión agradece y recibe con gran responsabilidad la confianza depositada por los Estados en su gestión y labor en el hemisferio, se compromete a continuar trabajando incansablemente para abordar los desafíos de la región y confía en seguir contando con el apoyo de los Estados.

La Comisión también agradece a los Estados miembros y observadores, así como a los donantes cuyas contribuciones financieras han sido decisivas para el alcance de los resultados presentados.

Igualmente, agradece las invitaciones realizadas por los Estados de Bolivia, Jamaica y Ecuador, que hicieron posible la celebración de los periodos de sesiones 171, 172 y 174 fuera de la sede.

Como mencioné al comienzo de mi intervención, para la Comisión, el año 2019 estuvo marcado por el 60 aniversario de su creación, y por los logros destacados alcanzados a través de su trabajo. El año 2020, en cambio, será recordado por la pandemia del COVID-19 y sus devastadores impactos, no sólo en nuestra región, sino en todo el mundo.

Para la Comisión, el diálogo con los Estados será un elemento fundamental de su trabajo en este contexto, de desafíos sin precedentes para la protección de los derechos humanos de todas las personas que viven en las Américas.

Dimensionar los retos que enfrentan nuestras sociedades y diseñar respuestas acordes a los estándares que el Sistema Interamericano ha venido construyendo y fortaleciendo durante las ultimas décadas, requerirá de la participación y el compromiso de todos: organismos internacionales, Estados y sociedad civil organizada.

La Comisión ya ha dado importantes pasos para el cumplimiento de su mandato de protección de los derechos humanos en este contexto. Ha creado una Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada (SACROI), ha aprobado la Resolución Nro. 1/2020 sobre “Pandemia y Derechos Humanos en las Américas” y publicado diversos comunicados de prensa sobre los impactos de la pandemia en las vidas de los diversos grupos de personas en situación de vulnerabilidad en las Américas.

Quisiera finalizar esta intervención reafirmando la voluntad y la disposición de la Comisión para brindar asistencia técnica a los Estados, los organismos regionales, las organizaciones sociales y otras instituciones para el fortalecimiento institucional y la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas orientadas a combatir la pandemia en las Américas, con enfoque de derechos humanos y sobre la base de los estándares interamericanos e internacionales pertinentes.

Una vez más, muchas gracias.