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Washington, D.C. - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena el asesinato de tres defensores indígenas de derechos humanos de los estados de Maranhão y Bahía, Brasil.
De acuerdo a información de público conocimiento, el 26 de abril de 2015, el líder indígena Eusebio Ka'apor fue asesinado en el territorio indígena del Alto Turiaçu en el estado de Maranhão, tras recibir disparos en la espalda de parte de personas encapuchadas. Eusebio Ka'apor, al igual que otros miembros de su comunidad, participaba del movimiento contra la presencia de madereros ilegales en sus territorios, lo que resultó en la clausura en marzo de 2015 de todas las operaciones de explotación ilegal de madera en la región. Información disponible indica que el nombre de Eusebio Ka'apor estaba en una lista de personas que iban a ser asesinadas por los madereros.
Asimismo, según información pública, el 1 de mayo de 2015, Adenilson da Silva, líder indígena Tupinambá que trabajaba como agente indígena de salud en su comunidad, fue asesinado por tres pistoleros encapuchados cerca de Serra das Trempes, en el estado de Bahía. La información indica que cuando fue atacado se encontraba con su esposa, su hijo de un año y su hija de quince años, y que su esposa recibió disparos en las piernas y la espalda. Su esposa y su hijo fueron hospitalizados.
La información disponible indica que en adición a ello, el 3 de mayo de 2015, el defensor de derechos humanos Gilmar Alves da Silva fue asesinado. Se encontraba manejando su motocicleta hacia el poblado de Pambú, ubicado en el territorio de la comunidad indígena Tumbalalá, cuando recibió disparos de dos personas no identificadas que venían en un automóvil. La información recibida indica que la policía militar ha localizado el automóvil y las armas utilizadas para asesinarlo, pero que los perpetradores aún no han sido aprehendidos.
La Comisión Interamericana insta al Estado brasileño a investigar con debida diligencia estos asesinatos, y juzgar y sancionar a las personas responsables. En este sentido, la Comisión urge a las autoridades competentes a seguir todas las líneas lógicas de investigación, incluyendo la posibilidad de que estos asesinatos hayan estado motivados por las actividades de estos líderes indígenas como defensores de derechos humanos. Asimismo, la CIDH urge al Estado a adoptar medidas sin dilación para proteger la vida e integridad de los pueblos indígenas, sus líderes y sus defensores, respetando su identidad cultural, perspectiva, y concepción de derechos.
Los actos de violencia y otros ataques contra las defensoras y los defensores de derechos humanos no sólo afectan las garantías propias de todo ser humano, sino que atentan contra el papel fundamental que juegan en la sociedad, y sumen en la indefensión a todas aquellas personas para quienes trabajan. La CIDH insta al Estado brasileño a tomar todas las medidas necesarias para garantizar que las y los defensores de derechos humanos puedan realizar sus actividades de denuncia, acompañamiento y protección, libres de ataques u actos de violencia que pongan en riesgo su vida, su integridad y su seguridad.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 060/15