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Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifiesta su preocupación ante la alarmante prevalencia de asesinatos de mujeres por razones de género en Brasil, dado que al menos 126 mujeres han sido asesinadas en el país desde el inicio del año. La Comisión llama al Estado a implementar estrategias integrales para prevenir estos hechos, cumplir con su obligación de investigar, juzgar y sancionar a los responsables, así como para ofrecer protección y reparación integral a todas las víctimas.
De acuerdo con información de público conocimiento, en lo que va corrido de 2019 se han reportado 126 asesinatos de mujeres en razón de su género y 67 tentativas. Dichos reportes se refieren a casos registrados en 159 ciudades del país, repartidas en 26 estados de Brasil. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de Naciones unidas, 40% del total de asesinatos de mujeres en ambas regiones ocurren en Brasil. De acuerdo a informaciones relevadas por medios de comunicación, en el estado de Rio de Janeiro, en promedio 300 mujeres son asesinadas al año y solamente en el estado de São Paulo, de enero a noviembre del año pasado, 377 mujeres fueron asesinadas.
La Comisión observa con preocupación que en la mayoría de los casos, las mujeres asesinadas habían anteriormente denunciado a sus agresores, enfrentado graves hechos de violencia doméstica o sufrido ataques o tentativas de homicidio anteriores. De igual forma, la CIDH advierte que en muchos de estos casos los agresores eran o habían sido pareja de las víctimas, que casi la mitad de los homicidios de mujeres en Brasil son cometidos por arma de fuego y que, en la mayoría de los casos, suceden en sus propias casas.
“Los asesinatos de mujeres son la forma más extrema de violencia y discriminación contra ellas y representan una violación flagrante a sus derechos de humanos”, afirmó la Comisionada Antonia Urrejola, Relatora para Brasil en la CIDH. “Vemos con preocupación la prevalencia de asesinatos de mujeres, así como las trágicas consecuencias que las tentativas de asesinato tienen para las víctimas y sus familias, como las profundas afectaciones psicológicas, emocionales y físicas que estas agresiones conllevan”, añadió la Comisionada.
La CIDH destaca que los asesinatos de mujeres no son un problema aislado y son sintomáticos de un patrón de violencia de género contra ellas que afecta al país entero, resultado de valores machistas profundamente enraizados en la sociedad brasileña. De igual forma, la Comisión advierte los riesgos acrecentados que enfrentan las mujeres en especial situación de vulnerabilidad, en razón de origen étnico o racial, su orientación sexual o su identidad de género real o percibida, su situación de movilidad así como aquellas viviendo en condiciones de pobreza, las mujeres periodistas, con compromisos políticos y defensoras de derechos humanos. Durante la visita in loco realizada al país en noviembre de 2018, la CIDH advirtió de forma particular la existencia de intersecciones entre violencia, racismo y machismo, reflejada en el aumento generalizado de homicidios de mujeres negras. Asimismo, la Comisión ve con preocupación la tolerancia social que subsiste ante estos hechos, así como la impunidad que continúa rodeando estos graves casos.
“La aprobación de la Ley tipificando el feminicidio en Brasil representó un paso fundamental para visibilizar el carácter discriminatorio que tienen los asesinatos de mujeres en razón de su género. Sin embargo, ahora es indispensable reforzar las medidas de prevención y de protección”, aseguró la Comisionada Margarette May Macaulay, Presidenta de la CIDH y Relatora para los Derechos de las Mujeres. “Resulta inadmisible que mujeres con órdenes de protección sean asesinadas, que no dispongan de suficientes refugios o que sus denuncias no sean debidamente tomadas en consideración. La violencia de género contra las mujeres es un asunto de real gravedad y las autoridades, desde el más alto nivel, deben atenderlo con la mayor seriedad y urgencia,” concluyó la Presidenta.
La Comisión destaca que la impunidad que caracteriza los asesinatos de mujeres en razón de su género transmite el mensaje de que esa violencia es tolerada, lo que favorece su perpetuación. Al respecto, la CIDH recuerda que en el marco de su obligación de actuar con debida diligencia y en virtud de las obligaciones que se desprenden de las disposiciones previstas en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Convención de “Belém do Pará”), ante estos casos, las autoridades han de emprender investigaciones serias, imparciales, eficaces y en un plazo razonable. Además, la CIDH reitera que ante el asesinato de una mujer cometido en el marco de un contexto general de violencia basada en género, los Estados tienen la obligación de investigar de oficio sus posibles connotaciones discriminatorias, ya sea que se cometa en el ámbito público o privado.
Igualmente, la Comisión llama de forma apremiante al Estado de Brasil a reforzar los mecanismos de prevención y de protección para erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres a nivel nacional, de manera coordinada y con recursos institucionales y financieros suficientes. Ello conlleva la adopción de medidas integrales elaboradas con perspectiva de género y de carácter inter-seccional, incluyendo componentes orientados a eliminar los estereotipos de género discriminatorios. Igualmente, la Comisión subraya la necesidad de reforzar la capacitación con perspectiva de género a los agentes u operadores del Estado, ya sean en instancias policiales, investigativas o judiciales, brindando atención a las mujeres víctimas de tentativas de asesinato, así como a los familiares de mujeres asesinadas, con miras a identificar efectivamente el carácter discriminatorio de estos crímenes, de proteger a las víctimas y a sus familiares de ser re-victimizadas, y de sancionar dichos casos con el tipo penal de feminicidio cuando sea el caso.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 024/19