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Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
expresa su preocupación ante la situación de derechos humanos de las
personas migrantes y refugiadas que integran una caravana que camina rumbo a
México y Estados Unidos. La CIDH insta a los Estados de Honduras y Guatemala
a garantizar los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas que
integran la caravana, incluyendo el derecho a salir de cualquier territorio,
a buscar y recibir asilo y a la no devolución.
De acuerdo con información de público conocimiento, el 14 de enero de
2019 empezó a conformarse una nueva caravana de migrantes en San Pedro Sula,
Honduras, rumbo a México y Estados Unidos de América. De acuerdo con la
información recibida por la CIDH, las personas hondureñas, en particular,
enfrentaron diversos obstáculos para salir de su país, tales como el
establecimiento de al menos 7 retenes, bloqueos con vallas humanas formadas
por agentes de diferentes cuerpos de seguridad, y filtros implementados por
la policía que solicitaba documentos de identidad en el punto fronterizo.
Asimismo, se registró el uso de la fuerza por parte de la policía de
Honduras, quienes habrían lanzado gases lacrimógenos hacia la caravana
hiriendo a varias personas, incluyendo niños, niñas y adolescentes. Esto
habría ocurrido en el marco de una fuerte campaña por parte de medios de
comunicación con la intención de disuadir a las personas de migrar. Como
consecuencia, muchas personas, incluyendo familias y niños y niñas,
decidieron evitar cruces regulares utilizando rutas más peligrosas por
puntos ciegos. La CIDH recuerda al Estado hondureño que cualquier persona
tiene derecho a salir libremente de cualquier país, inclusive el propio, en
términos del artículo 22.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Asimismo, la imposibilidad de salir de su país también puede implicar una
restricción al derecho a buscar y recibir asilo, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 22.7 de la Convención Americana.
Por otra parte, en la frontera del lado de Guatemala, la Comisión recibió
información relativa al uso de la fuerza por parte de autoridades
guatemaltecas, así como el uso de una barrera de policías antimotines con
toletes, balas de goma y armas, que daban únicamente el paso a mujeres con
niñas y niños. La Comisión recuerda que el uso de la fuerza en operativos
migratorios se debe utilizar únicamente en observancia a los principios de
finalidad legítima, absoluta necesidad y proporcionalidad; y que las
personas migrantes no representan una amenaza a la seguridad nacional.
Consecuentemente, la Comisión insta al Estado guatemalteco a garantizar los
derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas, incluyendo el
derecho a buscar y recibir asilo, el derecho a la no devolución, así como a
abstenerse de recurrir al uso de la fuerza como respuesta ante la llegada de
movimientos migratorios masivos.
Desde hace varios años, la Comisión ha sostenido que la migración forzada
de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala es uno de los principales
desafíos de derechos humanos de la región. De acuerdo con cifras del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de
solicitantes de asilo procedentes de estos tres países aumentó en forma
significativa en los últimos cinco años: 439% aumentó el número de personas
que tienen solicitudes de asilo pendientes de resolución, y 150% el número
de personas a las que ya les fue otorgado.
Al respecto, el comisionado Luis Ernesto Vargas Silva, Relator sobre los
Derechos de los Migrantes de la CIDH, señaló: “Hoy más que nunca tenemos que
recordar que migrar no es un delito. Los movimientos migratorios masivos que
venimos observando desde hace varios años son un reflejo de la situación de
violencia generalizada, discriminación, pobreza y desigualdad que enfrentan
las personas en mayor situación de exclusión en los países del Triángulo
Norte”.
Por su parte, la Presidenta de la CIDH, Comisionada Esmeralda Arosemena
de Troitño, indicó: “Muchas de las personas que integran las caravanas
tienen necesidades de protección internacional y muchas otras se encuentran
en situaciones de vulnerabilidad y requieren de protección especial, como
las niñas, niños y adolescentes, las mujeres, las personas con discapacidad,
las personas LGTBI, las personas mayores, entre otras”.
La Comisión insta a los Estados a abstenerse de criminalizar la migración, garantizar el respeto de la integridad y la dignidad de las personas que se encuentran bajo su jurisdicción, permitir la salida de las personas de su territorio, y a garantizar el derecho a buscar y recibir asilo.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 037/19