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Washington, D.C. - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
manifiesta su profunda preocupación por la iniciativa de Ley de
Reconciliación Nacional actualmente en debate en la Asamblea Nacional de El
Salvador, cuyo efecto principal sería propiciar la impunidad respecto de
graves violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado.
De acuerdo con la información disponible, las disposiciones de dicha
iniciativa de ley concederían “amnistía amplia, absoluta e incondicional” a
favor de personas que hayan participado en la comisión de "delitos políticos,
comunes conexos con éstos y en delitos comunes cometidos por un número de
personas que no baje de veinte, antes del primero de enero de mil
novecientos noventa y dos”. Entre otros, el anteproyecto concedería gracia a
todas las personas condenadas por delitos en estas condiciones. El texto
establece excepciones a estas disposiciones de amnistía, incluyendo para
“crímenes de guerra y de lesa humanidad”, pero establece un plazo máximo
para someter estos hechos a la justicia, de 180 días a partir de la vigencia
de la propuesta ley.
El Estado de El Salvador contó con una ley de esta naturaleza tras el
conflicto armado interno. En la década de los 90’, la Comisión
Interamericana determinó que esa Ley de Amnistía era incompatible con las
obligaciones internacionales del Estado salvadoreño porque constituía un
obstáculo en la búsqueda de justicia para las víctimas de graves violaciones
de derechos humanos y sus familiares. En 2016 dicha ley fue declarada
inconstitucional por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de ese
país debido a que “la extensión objetiva y subjetiva de la amnistía es
contraria al derecho de protección de los derechos fundamentales […], porque
impide el cumplimiento de las obligaciones estatales de prevención,
investigación, enjuiciamiento, sanción y reparación de las graves
violaciones a dichos derechos”, decisión que fue
saludada
públicamente por la CIDH.
En reiteradas oportunidades, la CIDH y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos han establecido que las disposiciones de amnistía amplia,
absoluta e incondicional, consagran la impunidad en casos de graves
violaciones de los derechos humanos, pues imposibilitan una investigación
efectiva de las violaciones de los derechos humanos y el procesamiento y
sanción de los responsables. La Comisión ha afirmado que los delitos de lesa
humanidad tienen una serie de características diferenciadas del resto de los
delitos por los fines y objetivos que persiguen, entre ellas el concepto de
la humanidad como víctima y su función de garantía de no repetición de
atentados contra la democracia y de atrocidades inolvidables.
Al respecto, la Comisionada Margarette May Macaulay, Relatora para El
Salvador afirmó: “son inadmisibles las disposiciones que pretendan impedir
la investigación y sanción de los responsables por graves violaciones de
derechos humanos”. “El Estado no debe aprobar normativa que facilite la
impunidad para hechos de esta gravedad”. Por su parte, la Comisionada
Antonia Urrejola, Relatora para la Relatoría de Memoria, Verdad y Justicia
enfatizó: “las disposiciones de este anteproyecto constituyen un grave
retroceso en materia de memoria, verdad y justicia, en particular en lo
referente a amnistías para graves violaciones a los derechos humanos”.
“Crear obstáculos a la justicia impide a las víctimas y a sus familiares
conocer la verdad y recibir la reparación correspondiente” señaló.
La CIDH urge al Estado de El Salvador a abstenerse de aprobar iniciativas de esta naturaleza y a seguir avanzando en la investigación de estos graves crímenes, en la identificación de sus responsables y en la aplicación de las sanciones pertinentes. Finalmente, la CIDH alienta y acompaña a todos los sectores democráticos del país en sus esfuerzos en la lucha contra la impunidad. En el marco de sus funciones y mandato, la CIDH continúa a disposición del Estado para seguir colaborando, a través de cooperación técnica, con todos los esfuerzos que se realicen a fin de garantizar el ejercicio efectivo de los derechos a la verdad y a la justicia en El Salvador.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 104/19