El lema de la IV Cumbre de las Américas, “Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática”, colocó los desafíos de la pobreza y el empleo como prioritarios en la agenda hemisférica y reforzó la interdependencia que existe entre la democracia y el desarrollo.

En cuanto a los desafíos del desarrollo, la Declaración y el Plan de Acción de Mar del Plata, dan claras directrices sobre las estrategias regionales a implementar en los próximos años. Entre otras cosas, se reconoce el rol de las micro, pequeñas y medianas empresas en la generación de empleo, el crecimiento y el combate a la pobreza; y la necesidad de implementar políticas integrales que institucionalicen la lucha contra la pobreza. Por otra parte, los Jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a dar seguimiento y cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio; y alentaron los trabajos de la OEA en la elaboración de la Carta Social de las Américas y su Plan de Acción. Reforzaron la estrategia de cooperación hemisférica para dar cumplimiento a sus mandatos, y específicamente solicitaron a la OEA intercambiar prácticas en la región en materia de políticas y programas de combate a la pobreza.

La Cumbre llama también a incorporar en la agenda de la I Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo Social el seguimiento a los compromisos contenidos en el Plan de Acción de Mar del Plata que sean de su competencia.