Los Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas, reunidos en la Cumbre Extraordinaria en Monterrey, México los días 13 y 14 de enero de 2004, aprobaron la Declaración de Nuevo León que gira en torno a tres objetivos estrechamente vinculados e interdependientes: crecimiento económico con equidad para reducir la pobreza, desarrollo social y gobernabilidad democrática.