CIDH
Comunicado de Prensa
A un año de la masacre de La Saline, la CIDH reitera su preocupación ante la crisis política e institucional que enfrenta Haití
22 de noviembre de 2019
Washington, D.C.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reitera su preocupación por la situación de violencia y prolongada crisis política e institucional que prevalece en Haití. En este contexto, la CIDH reitera la importancia de la realización de un diálogo político, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la garantía del acceso a los servicios básicos para la población.
A un año de los actos de violencia conocidos como la masacre de La Saline –cuyas investigaciones siguen aún pendientes – la CIDH observa que siguen sucediendo actos de violencia en protestas, además de que continúan presentándose obstáculos y barreras de acceso a los servicios públicos de tipo básico. Esta situación fue referida por la Comisión en su comunicado de prensa 258/2019, emitido el pasado 11 octubre.
De acuerdo con información recibida por la CIDH, la persistencia de las protestas sociales intensificadas en el país desde mediados de septiembre de 2019 y el empeoramiento de la situación de seguridad continúan produciendo impactos en la vida social, económica y política del país. Al respecto, según información pública, las condiciones de seguridad en Port-Au-Prince y en otras ciudades del país se ven seriamente afectadas por actos de violencia por bandas criminales, bloqueo de carreteras y fugas de cárceles. Asimismo, la Comisión observa también la situación de desabastecimiento de agua potable en sitios críticos, y las dificultades de acceso a hospitales y a servicios de emergencia.
En esta misma línea, la Comisión advierte que de conformidad con la recopilación de información por parte de organizaciones de derechos humanos, en Haití prevalecería un uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad. Dichos episodios incluirían, entre otros, el uso indiscriminado de armas menos letales, el lanzamiento de gases lacrimógenos desde un vehículo policial en movimiento en medio de manifestantes pacíficas, disparos contra manifestantes con municiones menos letales a corta distancia, y golpes a manifestantes. Asimismo, la Comisión manifiesta su profunda preocupación ante el comunicado de prensa de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de 1 de noviembre que registra que por lo menos 42 personas han perdido la vida y 86 han resultado heridas en el contexto de las protestas ocurridas desde mediados de septiembre en el país.
De igual forma, la CIDH toma nota del cierre en fecha de 16 de octubre 2019, de la Misión de Apoyo a la Justicia de las Naciones Unidas en Haití (MINUJUSTH), que sucedió a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), creada en 2004. En su lugar, la ONU implementa la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), una misión política especial con objetivo de apoyar en la transición del mantenimiento de la paz hacia el fortalecimiento de las instituciones democráticas, diálogo político y objetivos del desarrollo.
En este contexto, la Comisión recuerda que es deber de los Estados adoptar todas las medidas necesarias a fin de garantizar la vida, la integridad personal y seguridad de sus habitantes, así como realizar las acciones necesarias para asegurar el ambiente pacífico para la realización de protestas sociales. Al respecto, los Estados deben prevenir e investigar abusos cometidos por parte de sus fuerzas de seguridad durante manifestaciones.
Por otra parte, la CIDH toma nota del aniversario de un año de la masacre de La Saline, ocurrida entre el 13 y 17 de noviembre 2018 en la comunidad de mismo nombre en la capital Port-Au-Prince. De acuerdo con lo informado a la CIDH durante su 173 Periodo de Sesiones, en este episodio por lo menos 71 personas perdieron la vida y un número desconocido de personas ha sido víctima de diversos tipos de violaciones, tales como robos y saqueos de sus casas. Asimismo, la CIDH manifiesta su preocupación por la falta de investigación sobre estos hechos. En ese contexto, la Comisión se solidariza con las familias de las víctimas y resalta la obligación del Estado haitiano de agotar de manera diligente y exhaustiva las líneas de investigación en relación con la masacre de La Saline, incluyendo aquellas que vinculen la posible participación de agentes estatales y fuerzas de seguridad.
Con respecto a la masacre de La Saline, la CIDH recibió información sobre las medidas tomadas en los meses posteriores al crimen. Según lo informado por el Gobierno, una vez las autoridades tuvieron noticia de los hechos, la Dirección Central de Policía Judicial (DCPJ) acudió al lugar del crimen para recolectar evidencia. Después de la investigación inicial, fiscalía inició un procedimiento ante el Tribunal de Primera Instancia en Puerto Príncipe. Asimismo, Haití informó que en abril de 2019, los residentes de la comunidad presentaron 74 denuncias sobre los hechos de la masacre. En este contexto, se contó con testimonios de 80 víctimas, y cinco personas fueron detenidas. El 23 de abril de 2019, se habrían presentado acusaciones contra 98 personas, incluidos a dos altos funcionarios estatales.
“La Comisión insta las diferentes fuerzas políticas y sociales a invertir en la retomada del diálogo político, valorando las instituciones democráticas y el debido proceso legal como solución para este difícil y crucial momento que atraviesa el Estado haitiano”, destacó la Comisionada Flávia Piovesan, Relatora de la CIDH para Haití. “Es deber del Estado investigar y dar respuesta sobre graves violaciones de derechos humanos y asegurar la vida, integridad y dignidad de su población”, agregó.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 305/19