- English
- Español
Día Mundial de los Refugiados: CIDH destaca importancia del derecho a solicitar y recibir asilo
20 de junio de 2014
Washington, D.C. – En el Día Mundial de los Refugiados que se celebra hoy, y en el año en que se conmemora el 30 aniversario de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados de 1984, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destaca la importancia del derecho a solicitar y recibir asilo y del principio y derecho de no devolución como derechos humanos que los Estados de la región deben garantizar frente a las personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares y salir de sus países.
“Históricamente nuestro continente ha tenido avances significativos en la protección de los refugiados, pero la realidad suele superarnos”, dijo el Comisionado Felipe González, Relator sobre los Derechos de los Migrantes, bajo cuyo mandato también se encuentra la situación de los solicitantes de asilo y los refugiados. “Diversas formas de persecución, discriminación y violencia obligan a miles de personas a salir de sus países. Huyen desesperadamente, a pesar de ser conscientes de los abusos y los peligros que van a enfrentar en su recorrido por parte de traficantes, tratantes y agentes corruptos para poder llegar hasta un refugio seguro. Ésta es la paradoja del refugiado, huir para salvar su vida, a sabiendas de que pueden morir en el intento. Por eso hoy hacemos un llamado a los Estados para que aseguren que las personas en riesgo tengan acceso a mecanismos eficaces para tener acceso a la protección que otorga el asilo. Los Estados deben implementar medidas que garanticen el goce efectivo de todos los derechos humanos de los solicitantes de asilo y los refugiados”, agregó.
A través de los años, los Estados de las Américas han desarrollado una sólida tradición en la protección de las personas que han sido obligadas a abandonar sus países de origen por amenazas a su vida, seguridad o libertad. Estos desarrollos han fortalecido el reconocimiento del derecho de asilo como un derecho humano y son avances que desde nuestra región han contribuido al desarrollo progresivo del derecho internacional de los refugiados.
A pesar de los avances, el paso de los años también ha traído consigo nuevos desafíos en las causas de la migración y el desplazamiento forzado en la región. A través del monitoreo de la situación de derechos humanos en los 35 Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión ha podido observar como durante los últimos años, además de las formas tradicionales de persecución y de situaciones tales como conflictos armados, violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos, también situaciones como la violencia generada por el crimen organizado, los desastres naturales o provocadas por el ser humano, los proyectos de desarrollo en gran escala o la violencia basada en la identidad de género o la orientación sexual están conllevando a que miles de personas se vean forzadas a huir de sus países. De acuerdo con cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para finales de 2013 había en las Américas 514,796 refugiados, 291,164 personas en una situación similar a la de los refugiados y 130,299 solicitantes de asilo. Según el ACNUR, las personas en una situación similar a la de los refugiados son aquellas que se encuentran fuera de su país o territorio de origen y que se enfrentan a riesgos de protección similares a los que enfrentan los refugiados, pero para quienes, por razones prácticas o de otra índole, no se ha determinado su condición de refugiados.
Estas formas de persecución y violencia han traído consigo que la región esté experimentando flujos migratorios mixtos de personas de la región, así como también de personas de fuera del continente americano. Muchas de estas personas requieren de protección internacional. Las nuevas dinámicas de la migración forzada requieren un abordaje que garantice la protección internacional y la protección de los derechos humanos de estas personas que están huyendo. En este sentido, la Comisión expresa su preocupación por el declive en las tasas de reconocimiento de la condición de refugiados en algunos países de la región. Asimismo, también es preocupante que todavía existen países en la región que no han adoptado las normas y procedimientos que garanticen el goce efectivo del derecho a solicitar y recibir asilo y del principio de no devolución. Otros de los desafíos que la CIDH ha identificado tienen que ver con que en algunos países de la región faltan personas capacitadas para tramitar los procesos para la determinación de la condición de refugiados, especialmente en casos de niños, niñas y adolescentes; existen plazos muy breves para solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado o hay una excesiva dilación para la resolución de los mismos.
La integración completa e adecuada de los solicitantes de asilo y los refugiados en los países de asilo también es un desafío para la protección de los derechos humanos de estas personas. El derecho al trabajo no siempre es una realidad debido a la existencia de patrones de discriminación o xenofobia que afectan a estas personas. Los solicitantes de asilo y los refugiados también encuentran múltiples dificultades al intentar hacer valer sus derechos económicos, sociales y culturales, tales como el acceso a la educación y a la salud pública o el derecho a una vivienda digna y adecuada. Estas situaciones deben ser corregidas para que podamos hablar de que realmente estamos reconociendo como sujetos de derechos humanos a esas personas que más necesitan de protección, los solicitantes de asilo y los refugiados.
Al conmemorar el Día Mundial de los Refugiados, la Comisión Interamericana hace un llamado a los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos para que adopten políticas, leyes, procedimientos y prácticas que garanticen la protección efectiva de los derechos humanos de los solicitantes de asilo y los refugiados.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 68/14