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CIDH culmina 153 Período de Sesiones
7 de noviembre de 2014
Washington, D.C. - La Comisión  Interamericana de Derechos Humanos celebró su 153o Período ordinario de  Sesiones del 23 de octubre al 7 de noviembre de 2014. Durante las sesiones, la  CIDH avanzó en el análisis de peticiones, casos y medidas cautelares; estudió  diversos planes a fin de resolver el atraso procesal; celebró 53 audiencias  públicas y 31 reuniones de trabajo sobre casos y medidas cautelares; y sostuvo  reuniones con representantes de Estados, peticionarios, y organizaciones de la  sociedad civil de la región, entre otras actividades.  
 
Asimismo, en el marco de una  continua profundización de los lazos de cooperación con el sistema universal de  derechos humanos, la CIDH recibió en el marco de estas sesiones al Relator  Especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos, Michel  Forst; a la Relatora Especial sobre la violencia  contra las mujeres, sus causas y consecuencias, Rashida Manjoo; el Relator  Especial sobre derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, Maina  Kiai; y el Relator Especial sobre racismo, Mutuma Ruteere. Asimismo, se recibió  a una delegación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para  los Refugiados (ACNUR), encabezada por el representante regional Shelly  Pitterman. 
 
Por otra parte,  la Comisión avanzó en el desarrollo de su plan de trabajo para el  establecimiento de una Relatoría Especial sobre DESC para fines de 2015, a fin  de profundizar su trabajo en esta materia. El principal obstáculo para lograr  este objetivo es la insuficiencia de recursos financieros con que se cuenta. En  este sentido, la Comisión reitera su llamado a los Estados Miembros de la OEA a  colaborar con aportes específicos al fondo  especial creado en abril de 2014, recursos que se utilizarán exclusivamente  para la Relatoría Especial sobre DESC. 
 
En estas  sesiones, la Comisión recibió con preocupación información sobre la situación  de exclusión estructural en la que viven millones de personas en la región, lo  cual genera diversas y graves violaciones a los derechos humanos. Persiste el  trabajo esclavo en varios países, y habría en la región 5,7 millones de niños y  niñas que trabajan. La discriminación racial continúa siendo un problema  extendido, en muchos casos estructural, y en estas sesiones se recibió  información  sobre su incidencia en  sistemas de justicia penal. Millones de personas enfrentan obstáculos  significativos en el acceso a la educación y la salud, entre otros derechos  económicos, sociales y culturales, con un efecto desproporcionado en sectores  de la población en especial situación de vulnerabilidad, tales como niños,  niñas y adolescentes, personas afrodescendientes, pueblos indígenas,  poblaciones rurales, migrantes en situación irregular, personas en situación de  apatridia y personas desplazadas internamente. Las mujeres son otro grupo  especialmente afectado por estos problemas, a lo que se suma la falta de acceso  a servicios de salud sexual y reproductiva. Por su parte, las personas trans  enfrentan también graves obstáculos para acceder a empleos y a servicios  básicos de salud y educación. 
 
La Comisión  también recibió información preocupante sobre la tensión que en muchos casos  existe entre la implementación de proyectos de desarrollo y el goce efectivo de  los derechos humanos de extensos sectores de la población americana, incluyendo  casos de violaciones al derecho a la vida, desplazamiento forzado,  cercenamiento de fuentes de agua y nutrición, violencia contra líderes y  lideresas que se oponen a tales proyectos, entre otros. En audiencias referidas  a varios países, se recibió información sobre el impacto negativo que muchos  proyectos de desarrollo tienen sobre los derechos de los pueblos indígenas a sus  tierras y territorios, así como sobre los derechos de comunidades  afrodescendientes y poblaciones rurales y campesinas. Se informó también sobre  la implementación de proyectos en zonas donde habitan pueblos indígenas en  aislamiento voluntario y contacto inicial, y sobre otros que son implementados  en zonas habitadas por pueblos indígenas en contacto pero sin respetar su  derecho a la consulta previa, libre e informada. La Comisión Interamericana  urge a los Estados a adoptar medidas a fin de evitar las múltiples violaciones  a los derechos humanos que puede generar la implementación de proyectos de  desarrollo, tanto a los países en cuyos territorios se sitúa el proyecto como a  los países de origen de las compañías, como Canadá. 
 
Por otra parte,  la Comisión expresa su  profunda preocupación ante la criminalización de la que son objeto defensores y  defensoras de derechos humanos en diversos países de la región. En estas  sesiones, la Comisión continuó recibiendo información alarmante de una  tendencia constatada antes por la CIDH en el Segundo  Informe sobre la situación de las defensoras y los defensores de derechos  humanos en las Américas, que indica que éstos son sistemáticamente sujetos a  procesos penales sin fundamento con el objetivo de obstaculizar sus labores y  restar legitimidad a sus causas. Esto, a su vez, los hace más vulnerables a las  agresiones y ataques en su contra. La instauración de estos procesos se realiza  con base en tipos penales que tienen una formulación vaga o ambigua, tales como  “inducción a la rebelión”, “terrorismo”, “sabotaje”, “apología del delito” y  “ataque o resistencia a la autoridad pública”, que son utilizados en forma  arbitraria por las autoridades. En muchas ocasiones, los procesos penales están  precedidos de declaraciones estigmatizantes por parte de funcionarios públicos,  tienen una duración indefinida y son acompañados por medidas como prisión  preventiva y prohibición de salir del país. Dicho problema se agudiza  especialmente en relación con defensores y defensoras que participan en  manifestaciones de protesta social; defensores y defensoras de los derechos de  las personas LGBTI; defensoras de los derechos sexuales y reproductivos; así  como líderes y lideresas campesinos e indígenas que manifiestan oposición a la  implementación de megaproyectos.  La  Comisión insta a los Estados de la región a dar una atención prioritaria e  integral al problema de la criminalización de defensores y defensoras.  
 
En una audiencia  sobre la situación de derechos humanos de la niñez y familias migrantes y  refugiadas en Estados Unidos, la CIDH recibió con preocupación información  sobre la práctica generalizada de detener a niños y niñas con sus madres, así  como sobre la falta de personal calificado y debidamente entrenado para la  atención a estas familias, las afectaciones al derecho  a solicitar y recibirasilo de niños y sus  familias, y los procedimientos de deportación expedita, un gran número de los  cuales se llevan a cabo sin que las personas cuenten con representación legal.  La información es coincidente con lo observado por la Comisión en su visita a la  frontera sur de Estados Unidos entre septiembre y octubre de este año. La  Comisión Interamericana reitera que de acuerdo a los estándares internacionales  y al principio del interés superior del niño, los Estados no pueden recurrir a  la detención migratoria de niñas o niños que se encuentran junto a sus padres,  así como de aquellos que se encuentran no acompañados o separados de sus  familias. En este sentido, la CIDH lamenta que Estados Unidos haya  decidido  ampliar sus instalaciones de  detención para familias. La Comisión Interamericana urge a Estados Unidos a  poner fin en forma inmediata a sus políticas de detención generalizada y a  adoptar medidas para identificar a las personas que puedan calificar como  refugiadas, o que debido a su condición de vulnerabilidad, puedan necesitar  protección especial, como en el caso de las familias y niños y niñas que huyen  de situaciones de violencia en sus países de origen. Asimismo, la CIDH urge a  Estados Unidos a garantizar el acceso a representación legal para las personas  migrantes y refugiadas, especialmente cuando se trata de niños y niñas. 
 
En el marco de una audiencia sobre México, a iniciativa  de organizaciones  de la sociedad civil,  se realizó un minuto de silencio en homenaje a los 43 estudiantes desaparecidos  en Ayotzinapa. El 3 de octubre de 2014, la CIDH solicitó la adopción de medidas  cautelares a favor de estudiantes de la escuela rural “Raúl Isidro Burgos”,  tras recibir información sobre la desaparición de 43 estudiantes en el marco de  hechos de violencia ocurridos el 26 de septiembre. A través de esta medida  cautelar, la Comisión solicitó al Estado de México que adoptara las medidas  necesarias para determinar la situación y el paradero de estudiantes  desaparecidos y que investigara los hechos, entre otros aspectos. En el marco  de estas sesiones, la CIDH celebró una reunión de trabajo con las partes de la MC 409/14. La  CIDH reconoce que la delegación del Estado de México, integrada por altas  autoridades de la Procuraduría General de la República y los Ministerios de  Gobernación y Relaciones Exteriores, entre otras dependencias del Gobierno,  mostró una firme voluntad de investigar los hechos y dar con el paradero de los  43 estudiantes desaparecidos, así como identificar a los autores materiales e  intelectuales y someterlos a la justicia. En este sentido, la Comisión  Interamericana considera que la detención el 4 de noviembre del alcalde de  Iguala y su esposa, que estaban prófugos de la justicia, constituye un avance.  No obstante, la CIDH expresa su profunda preocupación por la falta de progreso  en la determinación del paradero de los estudiantes desaparecidos. En este  sentido,  la Comisión Interamericana urge  al Estado a multiplicar sus esfuerzos y a dedicar todos los recursos humanos y  materiales que resulten necesarios en esta búsqueda, así como a adoptar medidas  destinadas a resolver los problemas estructurales subyacentes a las  desapariciones forzadas, las cuales no se limitan al caso de los estudiantes de  Ayotzinapa. 
 
Respecto de Guatemala, la  Comisión expresa su profunda preocupación por la negación del genocidio por  parte de las autoridades y la posición adoptada por la delegación del Estado en  las audiencias en relación a defender la aplicación de amnistías para graves  violaciones de los derechos humanos, lo cual es incompatible con las  obligaciones internacionales del Estado. Asimismo, la CIDH rechaza las  expresiones de la delegación del Estado en la audiencia sobre acceso a la justicia y el legado del conflicto armado interno, que  constituyeron una actitud de desacato a la Corte Interamericana. En dicha  audiencia, el representante del Estado señaló que: “la pretensión  de la Corte Interamericana sobre que debe de  haber procesos y sanciones penales dependerá de lo que las cortes de  jurisdicción penal de Guatemala resuelvan”, y que “el Estado no reconoce” otras  sentencias “por considerar que la Corte Interamericana actuó sin  competencia”.  En este sentido, la  Comisión urge al Estado de Guatemala a acatar las sentencias de la CorteIDH y  todas las decisiones del sistema interamericano, y adoptar las medidas que sean  necesarias para identificar, juzgar y sancionar a todos los responsables  materiales e intelectuales del genocidio, así como de otras graves violaciones  a los derechos humanos perpetradas durante el conflicto armado. 
 
La Comisión  publicará en los próximos días un Informe sobre el 153 Período de  Sesiones. 
 
La CIDH está integrada por Tracy  Robinson, Presidenta; Rose-Marie Belle Antoine, Primera Vicepresidenta; Felipe  González, Segundo Vicepresidente; José de Jesús Orozco Henríquez; Rosa María  Ortiz; Paulo Vannuchi y James Cavallaro. El Secretario Ejecutivo es Emilio  Álvarez Icaza Longoria. 
 
  
  La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 131/14