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CIDH celebra el reasentamiento de seis detenidos de Guantánamo en Uruguay e insta a los Estados Miembros de la OEA a seguir el ejemplo de Uruguay
10 de diciembre de 2014
Washington,  D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebra el  reasentamiento en Uruguay de seis detenidos que se encontraban en la Base Naval  de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo. Este importante gesto humanitario  de Uruguay representa un gran avance hacia el reasentamiento de los detenidos y,  por consiguiente, hacia el cierre de Guantánamo. 
  
El 7 de  diciembre de 2014, cuatro sirios, un tunecino y un palestino llegaron a Uruguay  después de doce años de detención continua en Guantánamo. Fueron capturados en  el contexto de la “guerra contra el terrorismo” en 2002 y nunca se formularon  cargos en su contra ni fueron enjuiciados. En 2010, una junta interinstitucional  especial de revisión, coordinada por el Secretario de Defensa de Estados Unidos,  determinó por unanimidad que estos detenidos no representaban una amenaza  importante para la seguridad de Estados Unidos y autorizó su traslado. Sin  embargo, debido a la situación actual de seguridad en sus países de origen no  podían ser repatriados, y una ley aprobada por el Congreso de Estados Unidos  prohíbe el traslado de detenidos de Guantánamo a Estados Unidos. Por lo tanto,  desde ese entonces los detenidos estaban esperando ser acogidos por un tercer  país.
Siguiendo  su larga tradición y compromiso con el asilo, el gobierno de Uruguay aceptó, como  gesto humanitario, recibir a los ex detenidos. El presidente José Mujica, quien  rechazó la propuesta de Estados Unidos de prohibir que los detenidos viajen  fuera del país durante un período de dos años después de su liberación, declaró  que los seis son “hombres libres”, plenamente bienvenidos en la sociedad uruguaya,  y que sus familias también son bienvenidas. El Gobierno de Uruguay ayudará a  los ex detenidos a buscar trabajo y vivienda y les proporcionará asistencia  económica temporal. Según información pública, los ex detenidos han obtenido el  estatuto de refugiado. 
En una  carta al pueblo de Uruguay, Abdelhadi Omar Faraj, uno de los ex detenidos  sirios, explica la forma en que fue entregado a las fuerzas armadas  estadounidenses a cambio del pago de una recompensa y enviado a Guantánamo como  supuesto terrorista. Agradece al pueblo uruguayo la enorme confianza que  depositó en él al abrirle las puertas del país. También agradece al presidente Mujica  su “acto noble de solidaridad” y su “compromiso de tratar[los] como seres  humanos”, agregando que los otros cinco y él brindarán “solo buena voluntad y  contribuciones positivas a Uruguay mientras aprend[en] español y rehace[n] [sus]  vidas [en Uruguay]”.
La CIDH  ha seguido muy de cerca la situación de los derechos humanos de las personas  detenidas en Guantánamo desde que se abrió el centro de detención el 11 de  enero de 2002. “Dos meses después de la llegada de los primeros presos, la  Comisión otorgó medidas cautelares en su favor y solicitó a Estados Unidos que  tomara las medidas necesarias para que un tribunal competente determinara la  situación jurídica de los detenidos. Ante el incumplimiento de Estados Unidos con  las medidas cautelares, en 2006 la Comisión emitió la Resolución No  2/06 instando al Estado a cerrar el centro de detención. Dicho pedido fue  reiterado en 2011 y 2013”, recuerda el Comisionado Felipe González, Relator para  Estados Unidos. “El reasentamiento de seis detenidos en Uruguay, donde  finalmente podrán rehacer sus vidas al cabo de doce años de detención ilegal,  es no solo un gesto humanitario importante de Uruguay, sino que este tipo de  solidaridad de terceros países constituye también un avance importante hacia el  cierre definitivo de Guantánamo”, agregó.
La  Comisión Interamericana felicita a Uruguay por su apertura y solidaridad y  reitera su pedido de que Estados Unidos cierre de inmediato el centro de  detención; traslade a los detenidos a sus países de origen o a terceros países  en observancia del principio de non-refoulement;  acelere la liberación de los detenidos cuya transferencia ha sido autorizada; y  aloje a los detenidos sometidos a juicio en condiciones adecuadas respetando el  derecho al debido proceso.  Asimismo, la  CIDH exhorta derogar la ley que prohíbe el traslado de detenidos de Guantánamo  a los Estados Unidos.
Según información  de dominio público, se ha autorizado el traslado de 67 de los 136 detenidos que  se encuentran actualmente en Guantánamo. La Comisión Interamericana destaca que  en el año 2014, 19 detenidos han sido repatriados o reasentados en terceros  países en comparación con 15 transferidos en los tres años anteriores. Este avance, sin embargo, no es suficiente  para lograr el cierre sin demora de la prisión. La CIDH celebra las alegadas  conversaciones con países sudamericanos sobre la aceptación de detenidos de  Guantánamo e insta a los Estados Miembros de la OEA a considerar la posibilidad  de recibir a detenidos, a fin de lograr el objetivo de cerrar el centro de  detención y reafirmar la larga tradición de asilo y protección de refugiados en  la región.
 
  
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia. 
No. 147/14